El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que se caracteriza por que los niños presentan dificultades para relacionarse. Muchos de sus síntomas son muy parecidos a los del autismo, pudiendo confundir ambos trastornos, sin embargo, en el síndrome de Asperger existe un mayor avance en el aprendizaje de ciertas áreas.
Veamos a continuación los síntomas que muestra un niño con Asperger, según las diferentes habilidades que se adquieren:
Habilidades sociales y control emocional
– No gusta del contacto social, relacionándose mejor con los adultos que con los niños de su edad.
– Presenta problemas a la hora de jugar con otros niños, imponiendo sus reglas y queriendo ganar siempre.
– No quiere ir al colegio ni salir de casa, y cuando lo hace presenta conflictos con sus compañeros.
– e cuesta expresar sus sentimientos y entender los de los demás. Es por ello que llora con facilidad y se enrabieta con mucha frecuencia.
Habilidades de comunicación
– Cuando habla no suele mirar a los ojos del receptor, y cuando se le habla no suele prestar demasiada atención.
– Se toma al pie de la letra todo lo que se le dice, sin distinguir las ironías o expresiones hechas.
– Le cuesta entender una conversación larga y cambia de tema cuando está confuso.
– Habla mucho, usando un lenguaje muy formal en un tono alto y peculiar, inventando palabras o expresiones idiosincrásicas.
– A veces parece estar absorto en sus pensamientos.
Habilidades de comprensión
– Le cuesta comprender una pregunta compleja y se toma su tiempo en responder.
– No entiende por qué debe comportarse de manera diferente según la situación.
– Presenta una memoria privilegiada con la que recuerda muchos datos y fechas.
– Muestra especial interés por las matemáticas y las ciencias.
– Aprende a leer solo a una edad temprana.
Habilidades motoras
– Su coordinación motriz es muy pobre. Corre a un ritmo extraño y no es capaz de atrapar una pelota.
– Tiene dificultades para vestirse, abrocharse los botones o atarse los cordones.
Otras características
– Repite una y otra vez ciertas acciones o pensamientos para sentirse seguro.
– No tolera los cambios imprevistos, debe seguir siempre la rutina que se ha marcado.
– Cuando algo le fascina, ocupa todo su tiempo en él, sin importarle lo que digan los demás.
– Siente miedo y angustia ante sonidos fuertes, llegando incluso a paralizarse.
– Presenta una falta de sensibilidad a niveles bajos de dolor.
– Muestra muecas, espasmos o tics faciales inusuales.
– Tiene poca imaginación y creatividad.
Presenta un sentido del humor muy peculiar.