Francia rechaza el sistema de liquidez compartida

El parlamento francés ha rechazado, en menos de 15 minutos, una enmienda a la Ley del Juego que tenía como objetivo implantar un sistema de liquidez compartida entre los franceses, para que así pudieran acceder a servidores de juego de otros países, incrementando no sólo el número de usuarios, sino también, los importes en circulación.

El resultado de esta votación, sumado a la renuncia  por parte de Jean-François Vilotte, presidente de ARJEL (ente regulador del juego online), puede acabar definitivamente con el poker francés, el cual, se encuentra ya lastrado por una fiscalidad asfixiante que ha obligado a cerrar a decenas de operadores y ha provocado la huida de miles de usuarios de sus salas online.

En este sentido, no podemos olvidar el importante papel que ha jugado ARJEL con la DGOJ en España, tras la firma del acuerdo ejecutado entre ambos organismos, para la puesta en marcha de un mecanismo de cooperación y de intercambio de información que tenía como objetivo perseguir el juego ilegal y plantear soluciones para mejorar la regulación de sector.

Precisamente fue la ARJEL, el regulador francés, la última instancia a la que se solicitó asesoramiento legal al respecto de una posible modificación de la Ley del Juego. Como en los últimos 3 años, las directrices del máximo órgano del juego en Francia fueron tajantes: Rebajar impuestos para incrementar la recaudación y establecer un sistema de liquidez compartida con los jugadores de España e Italia.

Entre las razones ofrecidas por el Gobierno para rechazar tajantemente la enmienda, encontramos el miedo a que se dificulte el control del fraude fiscal y del lavado de dinero a través del juego, ya que exigiría la coordinación de los 3 países implicados; y la imagen de que este mercado puede volverse incontrolable, exigiendo cada vez mayor número de jugadores y liquidez.

Por su parte, Damien Abad, miembro de la oposición, quiso echar en cara al gobierno, el desprecio que mostraban acerca de la opinión expuesta por el ente regulador: «Ustedes fueron los que pidieron la opinión de ARJEL para que evaluara la situación, y tras conocer sus conclusiones, en las que se podía aplicar una apertura controlada y mantener las mesas de poker dentro de la regulación, en seguida lo rechazaron y dieron marcha atrás. Los jugadores que hoy están abandonando el sistema legal, son jugadores habituales de poker, y por lo tanto, no dejarán de jugar, sino que se irán a salas ilegales«.

De este modo, resulta bastante probable que varios de los operadores que estaban soportando pérdidas para mantener su presencia en un hipotético mercado más flexible, fiscalmente hablando, y de mayor tamaño gracias a la liquidez compartida con otros países, abandonen definitivamente sus planes de mantenerse abiertos al público francés.