Una cadena de radio de Suiza, RTS, ha denunciado que el sistema de verificación de edad del sitio web de la lotería Romande de dicho país, permite que los menores de edad puedan realizar apuestas online durante varias semanas antes de ser identificados y bloqueados. En este sentido, si bien podían realizar apuestas antes de ser detectados, el problema lo tenían a la hora de retirar las ganancias, ya que de forma obligatoria, debían identificarse y demostrar que eran mayores de edad.
Interrogados por el programa de radio «On en parle«, tras la denuncia realizada por un oyente al respecto, el organismo y las autoridades de control negaron la existencia de cualquier contradicción con la política de juego responsable y la protección de los menores que aplica la entidad responsable de la lotería, alegando que según las condiciones actuales, si un nuevo jugador quisiera abrir una cuenta, tendría un máximo de 30 días (21 días + retrasos) para enviar una copia de su documento de identidad al organismo para que se pudiera verificar su edad.
Durante este período (entre que abre la cuenta y finaliza el plazo para presentar la documentación requerida), la persona puede jugar, sin embargo, en caso de ganar, los premios obtenidos no podrían ser retirados en efectivo hasta que el jugador demostrara ser mayor de edad.
Jean Luc Moner Banet, director general de la Loterie Romande, tuvo que reconocer la irregularidad de esta situación, pero la justificó apelando a la realidad de lo que es el sector en Internet: «El juego online es una auténtica jungla de miles de sitios ilegales radicados en el extranjero, y en los que cualquier persona puede jugar y apostar sin ningún tipo de verificación, por lo tanto, nuestra política debe ser atractiva, pero también pragmática, es decir, debemos intentar atraer el mayor número de visitantes posibles, aunque siempre desde el cumplimiento de la reglamentación establecida en Suiza«.
En la misma línea, Pascal Philipona, subdirector de la Comisión de Loterías y Apuestas (Comlot) defendió esta posición, asegurando que «la protección para los usuarios menores de edad que ofrece el procedimiento de registro, es suficiente. Nosotros hemos sopesado debidamente los pros y los contras de las posibles soluciones y sentimos que, vistos los riesgos comprobados, el sistema actual no resulta problemático y estos pequeños contratiempos no nos han demostrado lo contrario«.