La policía australiana ha detenido a un individuo sospechoso de organizar, supuestamente, apuestas ilegales en el Open de Australia de tenis, el cual, se está celebrando en el Melbourne Park de ese país. Según se ha podido averiguar, el proceso era sencillo, una persona enviaba actualizaciones del partido desde el recinto de juego a otra persona que colocaba las apuestas de la Tv, la cual, presentaba un retraso de 10 segundos en la transmisión.
A este respecto, el portal online australiano Today Tonight, ha informado de que el arresto tuvo lugar ayer por la mañana, identificando al supuesto apostador como un empleado de Sporting Data Limited, una empresa privada de apuestas deportivas radicada en el condado británico de Surrey.
Según ha afirmado la Policía, el detenido pertenece a una rama ilegal de apuestas, conocida como Court Siding, la cual, consiste en que un individuo, asistente a un determinado partido, envía información mediante un dispositivo electrónico a otra persona, que una vez ha recogido la información rápidamente es capaz de realizar una apuesta sobre el desenlace de un determinado punto, como por ejemplo, un servicio, aprovechándose del retraso en la retransmisión de Tv, que es la empleada durante las apuestas en vivo.
Al parecer, este dispositivo fue ocultado bajo la ropa de uno de los acusados, según lo afirmado por Graham Ashton, Comisionado Adjunto de la Policía de Melbourne, quien además aclaró que «creemos que forma parte de una organización criminal dedicada a las apuestas ilegales, pero todavía no disponemos de datos suficientes. En mi opinión, no creo que este hecho haya sido un incidente aislado«, añadió.
A pesar de que, en principio, no existen pruebas que indiquen que haya tenistas implicados, la policía quiso cortar de raíz el caso antes de que las operaciones pudieran extenderse, ya que en su opinión, «el Court Siding puede convertirse en poco tiempo, en una versión más ilícita y siniestra de corrupción deportiva«.
Por último, mencionar que el acusado tuvo que comparecer hoy ante la Justicia, y que en el caso de que sea declarado culpable del delito de corromper el resultado de las apuestas, podría ser condenado a una pena de hasta 10 años de prisión.