La organización «Coalition to Stop Internet Gambling«, presidida por el propietario de Las Vegas Sands, Sheldon Adelson, ha decidido elaborar un proyecto de ley con el que pretende erradicar el incipiente juego online en EEUU. Dicho proyecto consistiría en una ampliación de la restrictiva ley del «Federal Wire Act», con el objetivo de acabar con el mercado de las apuestas online en los Estados donde actualmente es legal, y al mismo tiempo, evitar que otros territorios decidan dar luz verde a la legalización de esta modalidad de juego.
Ha sido la semana pasada cuando se ha presentado el primer borrador del «Internet Gambling Control Act«, es decir, el proyecto de ley que pretende bloquear la legalización del juego online en todo el país, y con el que la organización de Adelson busca no sólo acabar con el juego online en el país norteamericano, sino también, y como es obvio, fortalecer los interese del juego presencial, del cual, él es uno de los mayores beneficiarios.
Este grupo fue creado, y actualmente es financiado principalmente por Sheldon Adelson, el famoso multimillonario que preside el holding del juego «Las Vegas Sands«, y que recientemente ha sido actualidad en España por la negativa a edificar finalmente «EuroVegas«, ha visto como el mercado del juego online está ganando cada vez más protagonismo, restando clientes e influencia al juego presencial, y por lo tanto, a los casinos, por lo que ha decidido no quedarse de brazos cruzados y actuar con todo su poder, con la intención de presionar a los órganos legislativos estatales norteamericanos.
A este respecto, conviene recordar que la «Federal Wire Act» que nombrábamos al principio, consistía en una ley que impedía las telecomunicaciones de apuestas entre diferentes Estados, y cuyo principal objetivo radicaba en luchar contra el fraude de las apuestas deportivas. En opinión de los partidarios de Aldeson, resulta necesario ampliar esta ley y » meter en el saco de telecomunicaciones» el concepto de Internet, exigiendo que el FBI emita un informe sobre el peligro que las salas de juego online suponen para el juego infantil, o cómo es utilizado para encubrir operaciones de blanqueo de dinero, e incluso, de terrorismo.