El Senado del Estado de Florida ha presentado esta semana un proyecto de ley para extender el juego en el Estado, que en caso de aprobarse, permitirá la instalación de nuevos casinos resort en los condados de Miami Dade y Broward, reducir el volumen de carreras de galgos y proporcionar las bases del marco regulatorio para el juego online.
Además de los casinos resorts, la propuesta presentada incluye la obligación de que los canódromos comuniquen las lesiones que puedan sufrir los perros durante las carreras, que sean los votantes, mediante referendum, los que decidan la futura aprobación del juego online, así como la introducción de cualquier juego de esta modalidad.
Las propuestas del Senado, estructuradas por separado en 3 proyectos distintos, son el resultado de casi un año de estudio y más de 400.000 dólares empleados en elaborar un informe acerca del impacto económico y los ingresos que podrían generar la instalación de casinos resort en Florida y la legalización del juego online. En principio, y según lo marcado en el proyecto de ley, todos los cambios entrarían en vigor este mismo año.
En este sentido, la propuesta de expansión del juego en Florida podría anular el acuerdo de 230 millones de dólares anuales, firmado entre el propio Estado y la Tribu Seminole. Al igual que sucede en muchos territorios, la tribu realiza pagos mensuales al Estado a cambio de los derechos exclusivos para ofrecer blackjack, máquinas tragaperras y otros juegos de cartas, en sus casinos en el sur de Florida, pacto que se vería comprometido con esta propuesta, y sobre todo, con la aprobación del juego online.
Mientras tanto, los lobbys de presión empresarial de Florida han decidido alinearse a ambos lados de la cuestión. Tom Feeney, jefe de Industrias Asociadas de Florida, feroz opositor al juego cuando era presidente de la Cámara por Orlando, elogió la propuesta del Senado como «valiente» y animó a seguir adelante con el proyecto.
Por el contrario, la Cámara de Comercio de Florida, cuyos miembros incluyen, por ejemplo, a la multinacional Disney y otras compañías de entretenimiento de Florida, se opone a esta propuesta, ya que temen la competencia que supondrá para su negocio, la apertura de nuevos casinos resort.