La EGBA (Asociación Europea del Juego y las Apuestas) ha decidido acoger la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el caso Pfleger (Austria), en la que confirma su jurisprudencia reiterada, según la cual, «una legislación nacional sobre el juego es compatible con el Derecho de la UE únicamente si ésta es consistente, es decir, si los objetivos de interés público declarados son realmente cumplidos de manera coherente y sistemática«.
A este respecto, es importante aclarar que el Tribunal también se mostró seriamente preocupado ante el sistema de concesión de licencias para los operadores de máquinas tragaperras en Austria.
Por estas razones, no resulta sorprendente que el Tribunal también declare que «la carga de la prueba en lo que respecta a la proporcionalidad y la coherencia de una medida debe recaer sobre los Estados miembros«. En este sentido, la EGBA ha querido destacar que «esta es la primera vez que el TJUE ha confirmado la aplicabilidad de la Carta de los Derechos Fundamentales en un fallo referido al sector del juego«.
Por su parte, Maarten Haijer, secretario general de la asociación, ha manifestado que «la decisión de la Corte asume que la legislación del juego austriaco resulta contraria al Derecho de la UE, por lo tanto, el fallo refuerza la exigencia de que las leyes sobre el juego de los Estados miembros deben ser coherentes«.
Haijer ha querido recordar también que la CE ejerció su papel como guardiana de los tratados europeos, cuando inició un procedimiento formal de infracción contra 6 Estados miembros, el pasado mes de noviembre.
«Los pasos de estos procedimientos, así como los nuevos procesos abiertos en su caso, instan a los Estados miembros a proseguir sus objetivos de interés público establecidos de una manera consistente y sistemática, libre de hipocresía«, explica Haijer.
Así pues, el sistema de juego de Austria ha sido objeto, en anteriores ocasiones, de varios casos de la Corte, tanto en el ámbito nacional como en el europeo. Determinados fallos fueron capaces de detectar importantes inconsistencias en la legislación del juego de Austria, y por tanto, decidieron declarar que las partes principales del sistema austriaco no resultaban compatibles con la legislación de la unión Europea.