Patrick Kennedy, presidente ejecutivo de Paddy Power, ha decidido anunciar su dimisión irrevocable tras casi una década en el cargo, obligando a la polémica casa de apuestas a poner en marcha un proceso de búsqueda para contratar un nuevo máximo directivo.
Esta noticia se produce en un mal momento para las casas de apuestas británicas, quienes debido a las nuevas reglamentaciones impulsadas por el Gobierno británico, deberán hacer frente a un incremento de los costes para adecuarse a ellas.
En este sentido, Patrick Kennedy ha tomado la decisión de abandonar Paddy Power después de haber trabajado 10 años como presidente ejecutivo, declarando que «el cambio puede resultar positivo para la empresa«.
«Ha sido un trabajo tremendamente divertido y satisfactorio el que he podido ejercer durante los últimos 10 años, es lo que cualquier persona hubiera podido desear«, añadió Kennedy.
Durante su mandato, la cotización de Paddy Power consiguió cuadriplicar su facturación, consiguiendo posicionarse y rivalizar con las casas de apuestas más importantes de Reino Unido como Ladbrokes y William Hill.
Así pues, y tal y como mencionábamos al comienzo del artículo, la noticia se ha producido en medio de una serie de medidas regulatorias adoptadas por el Gobierno británico, quien por ejemplo, ha establecido que los apostadores no pueden acumular grandes pérdidas de forma continuada, que debe limitarse la apertura de establecimientos de apuestas presenciales, y además, ha incrementado la presión fiscal sobre los operadores, exigiendo que las empresas proveedoras de servicios se encuentren radicadas en el país.
A este respecto, a Paddy Power también se le ha juntado uno de los peores fines de semana en lo referente a las apuestas deportivas de fútbol.
Por último, cabe mencionar que Kennedy ha sido, en parte, responsable de las últimas campañas de marketing agresivo que la casa de apuestas irlandesa ha lanzado en los últimos meses, como por ejemplo, la del regreso de Alex Ferguson al Mancherter United, cuando más presión había en el entorno sobre David Moyes, o también, la más reciente lanzada durante una de las etapas del Giro de Italia en Dublín, cuando instaló stands de «orina limpia» al paso de los ciclistas.