La Federación de Fútbol Inglesa (FA) ha decidido anunciar la aprobación de una nueva norma que prohibirá a los jugadores profesionales del Reino Unido apostar sobre cualquier partido que se dispute en el mundo.
La regulación, que entrará en vigor el próximo 1 de agosto, sustituirá a las actuales directivas que impiden únicamente que los futbolistas apuesten en competiciones en las que sus propios clubes están involucrados, pero no en otras competiciones donde no presenten una relación directa, algo que con esta nueva normativa, ya no sucederá más.
De este modo, el máximo organismo del fútbol inglés ha decidido aplicar este cambio de legislación al término de una temporada, en la que Scotland Yard detuvo a 7 individuos involucrados en una supuesta trama de amaño de partidos en las categorías inferiores del fútbol británico.
Así pues, la norma se aplicará en las 8 categorías integradas en el sistema de la FA, por lo que de este modo, tanto el fútbol profesional como el semi-profesional y el amateur estarán sometidos a dicha normativa, y podrán ser igualmente sancionados.
A través de la emisión de un comunicado, la FA ha informado que «los participantes afectados por la prohibición, no tendrán autorización para apostar, ya sea de forma directa o indirecta, sobre cualquier partido o competición futbolística que se celebre en cualquier país del mundo. Los cambios en la normativa de la FA implicarán, al mismo tiempo, que desde el comienzo de la próxima temporada 2014-2015, también estará prohibido apostar sobre cualquier otro asunto relacionado con el fútbol, como por ejemplo, los fichajes de jugadores, la contratación de entrenadores o las alineaciones de equipos. El hecho de transmitir información interna a un tercero para que la utilice para determinar su apuesta, también continuará estando prohibido«.
A este respecto, las distintas casas de apuestas ya han sido informadas de la nueva normativa, con el objetivo de que creen equipos específicos de vigilancia, de modo que ante la menor sospecha, la comuniquen de forma inmediata al organismo regulador británico.