Carolina Sur dice sí a la legalización del juego online

El partido demócrata de Carolina del Sur (EEUU), decidió realizar un plebiscito no vinculante junto a las elecciones primarias, en el que se cuestionó a los votantes sobre si estaban de acuerdo con el hecho de expandir el juego de azar en ese estado, para así incrementar la recaudación y destinarla para reparar rutas y puentes. El 80 % respondió que sí.

Con un total de tres preguntas, los demócratas quieren saber si sus votantes están de acuerdo con la expansión del juego, con la legalización del juego online y con declarar legal el uso medicinal de la marihuana.

En este sentido, los demócratas aseguran que «si las leyes del juego se modernizaran en el estado, el Departamento de Transporte podría recaudar de los impuestos unos 20.000 millones de dólares necesarios para reparar las carreteras y los puentes derruidos en el estado«. La estrategia de los legisladores consiste en preguntar si se prefiere la ampliación del juego o una subida sistemática de impuestos.

Así pues, el 91% de los simpatizantes demócratas votaron de forma afirmativa a que debe ser el gobierno estatal y no el Congreso quien disponga de la potestad de regular los juegos de azar online; el 80% cree positivo que las leyes permitan la expansión de los juegos de azar para obtener más dinero público y financiar el arreglo de puentes y rutas; y el 75% está de acuerdo con que se legalice la marihuana para su uso medicinal.

Cabe mencionar también que ninguna de las preguntas referidas a los juegos de azar explican cómo se modificarán las leyes del juego, sin embargo, el representante demócrata, Todd Rutherford, cree que «lo primero que debe hacerse es trabajar sobre la expansión de los casinos en Myrtle Beach, hecho que generaría cientos de millones de dólares para el estado, solamente en licencias de juego«. Rutherford añade también que «quienes se opongan al juego por razones morales, no tienen la necesidad de por qué jugar«.

Por su parte, para los republicanos, quienes están en posiciones radicalmente opuestas de los temas referidos por los demócratas, consideran que «cuestiones como el juego y la marihuana no representan un problema urgente para la población que deba solucionarse inmediatamente«.