El tenis y el fútbol lideran la corrupción en las apuestas

La ESSA (Asociación Europea de Seguridad en el Deporte), organismo que vela por la integridad de la industria privada de apuestas, ha decidido publicar su informe anual, en el que destaca que en el 2013, las alertas por actividades sospechosas en las apuestas deportivas se produjeron principalmente en el tenis (44%) y en el fútbol (38%).

En el 2013, los miembros de la organización informaron de 148 patrones de apuestas inusuales, de los cuales, 30 se consideraron sospechosos y posteriormente remitidos a las autoridades deportivas correspondientes.

La asociación representa los intereses de la mayoría de los operadores regulados terrestres y online del mercado, en lo que a la integridad de las apuestas deportivas se refiere. Su misión consiste en proporcionar un sistema de alerta temprano, con el objetivo concreto de detectar y prevenir la corrupción en los mercados de apuestas, a través del amaño de eventos deportivos.

«Los datos sobre integridad siguen demostrando el valor de los protocolos de detección, disuasión y evaluación de riesgos que nuestros miembros utilizan y que crean una ‘huella digital’. Nuestras detalladas auditorías ponen claramente en relieve, las actividades criminales que tratan de corromper los eventos deportivos, defraudando además a nuestros operadores regulados, y por lo tanto, tratamos de ayudar a las autoridades reguladoras y a los organismos deportivos a detectar, disuadir y castigar estas acciones delictivas«, expresó el organismo mediante la emisión de un comunicado.

A este respecto, conviene recordar que durante el año pasado, las alertas por actividades sospechosas en las apuestas deportivas se produjeron principalmente en el tenis con un 44%, y en el fútbol con un 38%.

Así pues, el mandato fundamental de la organización consiste en facilitar las alianzas intersectoriales que permitan proteger a los operadores, sus clientes y a las entidades deportivas de la corrupción relacionada con las apuestas.

De este modo, la ESSA decidió establecer acuerdos de intercambio de información con un gran número de organismos deportivos, entre ellos la FIFA y el COI, además de contar con un sistema similar al empleado por los reguladores del juego, como por ejemplo, la Comisión de Apuestas británica.