Los operadores de juego online británicos han mostrado su preocupación ante la obligatoriedad de tener que presentar de forma electrónica sus declaraciones juradas a la Comisión del Juego, a causa de las últimas reformas llevadas a cabo por el ente regulador, con el objetivo de intentar ahorrar costes administrativos en la industria. La preocupación de los operadores radica en intentar mantener la confidencialidad de la información que ahí revelen, hecho del que no están completamente convencidos.
Dicha reforma obliga a los operadores de juego online, casinos remotos, agentes de apuestas y locales de Bingo, así como también a todo aquel que posea una licencia de explotación de software de juegos, a presentar sus declaraciones de forma electrónica, según lo ha establecido la Comisión.
A pesar de que la propia Comisión reconoció que «es cierto que la nueva normativa ha podido crear una sensación de preocupación en muchos operadores de juego cuyo sistema de registro online podría quedar expuesto a posibles ataques informáticos». Desde ésta se ha asegurado que «se implementarán las medidas de seguridad necesarias que permitan garantizar, de forma íntegra y completa, la confidencialidad de los archivos. No obstante, en la actualidad todavía disponen de la posibilidad de presentar sus declaraciones en papel«.
«Las preocupaciones por los temas de seguridad en la presentación de datos vía electrónica, fueron consideradas y analizadas en su momento. Aun así, nos vemos en la obligación de reiterar que existen procedimientos para garantizar que los datos se han almacenado de forma segura y aplicando estrictos controles para evitar su violación. En este caso, el sistema de gestión online se encuentra encriptado y requiere de la concesión de unas licencias especiales muy limitadas para poder acceder a los datos de los operadores«.
Entre la información que deberán presentar los operadores a la Comisión, se encuentra la información financiera, la información sobre los acuerdos de reparto de ingresos con otras compañías, e incluso, el número de cuentas activas de sus clientes, los conflictos legales no resueltos o los informes de actividades sospechosas, así como declaraciones específicas sobre los usuarios británicos, para así garantizar que se cumple con lo establecido por la futura ley de regulación del juego británico, la cual, entrará en vigor a principios del año que viene.