¿Abuelos primerizos? Ayudar a los padres sin ser intrusivos

En la actualidad, la figura del abuelo se hace más imprescindible que nunca. Los mayores encuentran en el crecimiento de sus nietos una nueva etapa en la que pueden desempeñar un papel esencial de amigos, confesores, transmisores del pasado y, en ocasiones, de auténticos  educadores.

No obstante, esta acción educadora, pese a hacerse con la mejor intención del mundo, puede ocasionar, a veces, que los padres del pequeño sientan que los abuelos son demasiados intrusivos y que desean imponer su criterio educador, alegando mayor experiencia.

Consejos sobre cómo educar para los abuelos primerizos

Veamos a continuación algunos consejos sobre cómo los abuelos primerizos pueden ayudar en la educación de los nietos, sin entrometerse en la propia educación de los padres.

Respetar la relación padres-hijo. Cuando se trate de tomar decisiones, los abuelos deberán mantener cierta distancia y únicamente dar su opinión si se les pregunta.

No abusar de la experiencia. Aunque los abuelos han vivido ya situaciones similares, no deben intentar de imponer su criterio, advirtiendo de las consecuencias en caso contrario. Los padres siempre deberán tener la última palabra.

No denunciar errores. Cuando alguno de los padres cometa un error por haber tomado alguna decisión incorrecta, no se le deberá echar en cara de forma directa, sino aplicando cierto grado de comprensión en los comentarios que se realicen al respecto.

No consentir en exceso al nieto. A medida que vaya creciendo el nieto, los abuelos le irán concediendo todas las peticiones que pida, algo que se confrontará, seguramente, con los límites que hayan establecido previamente los padres.

No acaparar al nieto. Aunque es importante que nietos y abuelos mantengan una relación permanente y cercana, los abuelos deberán tener cuidado de no “atosigar” a los padres, realizando visitas constantes al nieto.

Mantener un perfil bajo. Los abuelos siempre deben mantener un perfil bajo que no eclipse el protagonismo de los padres frente al hijo, convirtiéndose de ese modo, en la referencia del pequeño ante cualquier conflicto o problema.

Respetar las rutinas de los padres. Aunque pueda ser complicado adaptarse a los horarios establecidos por los padres, los abuelos no deberán intentar acomodar esas rutinas a sus propias necesidades.

En resumen, los abuelos primerizos deberán proporcionarle amor y cuidados al nieto, y comprensión y ayuda a los padres, sabiendo en todo momento, que ellos ya tuvieron su momento para educar, y que ahora son sus hijos a los que les toca hacerlo.