Análisis Pro Evolution 2011

Análisis Pro Evolution 2011. El Pro Evolution Soccer era el producto franquicia, en deportes, de la empresa nipona Konami. A lo largo de los años, se convirtió en el título de referencia para los amantes del deporte rey, sobre todo durante el dominio inexorable de laPS2.

Después de tocar la cumbre con la versión de 2006 (Pes6), consiguieron lo que parecía imposible, desprestigiar un videojuego que iba camino de convertirse en leyenda y que en sucesivos títulos, se convirtió en un insulto que debíamos tragar los usuarios más fieles, el ataque a la inteligencia llevó (también en mi casa) a optar por el videojuego de EA Sports,“Fifa”.

Podríamos decir, que el título que sacaron para esta temporada y para las consolas de nueva generación, es atroz e injugable. Podemos señalar, de un modo general, las deficiencias más palpables que muestra:

Como lleva siendo habitual, en los últimas versiones, no cuenta ni con el 40 % de las licencias de los equipos, lo que le hace parecer un juego amateur y diseñado por amigos en su casa.

La jugabilidad es horrorosa, no sólo el movimiento “robótico” de los jugadores sino también la lentitud en las reacciones, la dificultad para encuadrar un tiro en la portería y el toque de la “barra” en el tiro y el pase para “afifarlo” pero que no está bien calibrado.

El interfaz gráfico para el manejo de las opciones, que en las versiones de Ps2, era el más eficaz y operativo, que había visto en mi vida, quisieron “afifarlo” otra vez y ahora, exceptuando la colocación de los jugadores en el campo, el hecho de que a cada jugador le asignen una posición determinada, la que ellos suponen que tiene el susodicho, y que al intentar moverlo nosotros a otra, bajen brutalmente sus valoraciones, es otro detalle “Fifa” que no deberían haber copiado.

Y por último, el detalle gráfico que es bastante mediocre, con respecto a las posibilidades de las propias plataformas, no sólo en las animaciones sino también al ver los jugadores en el campo.

Por estas y otras razones, Pes2011 (pese a lo anunciado por sus creadores) es el mayor fracaso conocido, para todas las plataformas de entretenimiento, del departamento de deportes Konami y la muestra tangible de que este título agoniza ante el empuje de su hermano mayor Fifa, que no tardará en adueñarse del mercado que una vez tuvo.