Aprende a curar quemaduras en perros y gatos

Una quemadura grave no tratada, al igual que sucede con las personas, puede llegar a provocar la muerte de cualquier animal. En el caso de los perros y los gatos, ambos tipos de mascota pueden sufrir este tipo de lesiones provocadas por un accidente doméstico, como por ejemplo, que se les derrame aceite caliente o agua hirviendo sobre ellos. Si esto llega a suceder, es fundamental que actuemos de forma inmediata.

A pesar de que la prevención resulta más efectiva que el tratamiento, a continuación os mostraremos los pasos que han de seguirse para tratar todo tipo de quemaduras en perros y gatos.

Causas principales de las quemaduras

Además de la caída de agua o aceite hirviendo sobre alguna zona de su cuerpo, las quemaduras también se pueden producir a causa de una exposición prolongada al sol, al pasar por los restos de una hoguera o al sufrir pequeñas electrocuciones.

En este sentido, los cachorros son más susceptibles de sufrir quemaduras que los adultos, ya que al tener la piel más sensible y tierna, los efectos de los agentes externos provocan una mayor incidencia en sus cuerpos.

Cómo curar las quemaduras

Lo primero que debe hacerse es reducir la temperatura de la piel con agua fría, así como limpiar los restos de piel muerta y de la sustancia que haya originado la quemadura.

Posteriormente, le aplicaremos una crema hidratante sobre la zona afectada, que permita mejorar la cicatrización de la herida, cubriendo la herida con una gasa pero sin llegar a hacer presión sobre la zona afectada.

En este paso, es importante que tengamos en cuenta que con una quemadura, nuestra mascota puede comenzar a mostrar síntomas como fiebre, deshidratación o enrojecimiento de la piel.

Por último y una vez le hayamos proporcionado los primeros auxilios a nuestro perro o gato, acudiremos al veterinario para que le practique una revisión más exhaustiva, y establezca con mayor exactitud el grado de la quemadura y los daños ocasionados.

Las quemaduras suelen ser muy dolorosas, y además, pueden provocar efectos secundarios o complicaciones que sólo el veterinario es capaz de detectar. Además, también le proporcionará un tratamiento más específico que acelerará su curación.