Beneficios del Balanceo Pélvico durante el embarazo

Durante el embarazo, la pelvis de la mujer sufre algunas modificaciones para dejar sitio al útero y al bebé que se está desarrollando en su interior. Esto se da gracias a una hormona llamada relaxina, la cual, actúa en las articulaciones que conforman la estructura de la pelvis para que éstas se vuelvan más flexibles, consiguiendo así un ensanchamiento de la misma y favoreciendo el descendimiento del bebé por el canal del parto en el momento del nacimiento.

Este proceso que sucede de forma natural, puede ser ayudado por la propia embarazada si ésta realiza ejercicios para conseguir una mayor flexibilidad en la pelvis, como es el Balanceo Pélvico, siempre y cuando no esté contraindicado por su médico.

Beneficios del Balanceo Pélvico en el embarazo

El Balanceo Pélvico es un ejercicio de yoga empleado para disminuir la tensión en los músculos de la espalda y mejorar la postura, aunque presenta muchos más beneficios para la mujer embarazada:

– Fortalece y estira los músculos de la espalda, la pelvis y los muslos.

– Mejora la postura.

– Previene el dolor de espalda y la ciática durante el embarazo.

– Consigue que las articulaciones de la pelvis sean más flexibles.

– Favorece el flujo sanguíneo de la parte inferior del cuerpo.

– Facilita el paso del bebé por el canal del parto en el momento del nacimiento.

Cómo realizar el Balanceo Pélvico

El Balanceo Pélvico es un ejercicio muy sencillo de realizar, pero que dependiendo del mes de gestación en el que se esté, se ha de llevar a cabo de una manera u otra.

Simplemente con caminar, ya se consigue realizar este ejercicio de manera natural, algo muy recomendable en las embarazadas. Y es que, al caminar éstas se benefician, y mucho, ya que aparte de flexibilizar la pelvis, se mantienen en forma y al final del embarazo, ayuda a ablandar el cuello del útero.

Durante el primer trimestre de embarazo, el Balanceo Pélvico podrá llevarse a cabo tumbada en el suelo (sobre una alfombra y con un cojín debajo de la cabeza), con las rodillas flexionadas y los brazos apoyados en el suelo. Mientras se presiona la región lumbar contra el suelo, se exhalará aire, y al inhalar, se relajará la columna, repitiendo este proceso varias veces.

Sin embargo, cuando el volumen de la barriga ya se comience a notar, del segundo al tercer trimestre, el Balanceo Pélvico ha de hacerse de pie, realizándolo de la misma manera pero apoyando la espalda en la pared. Al final del embarazo, se puede llevar a cabo de pie o a gatas, moviendo la pelvis hacia delante y hacia atrás, pero siempre manteniendo la espalda recta.