Campeón de la WSOP acusado de macro estafa al baccarat

Phil Ivey Jr., jugador profesional de poker, ha sido demandado por el Hotel Casino Borgata de Atlantic City (Nueva Jersey), acusado de haber estafado 9,6 millones de dólares durante el transcurso de unas partidas de baccarat, aprovechándose de una serie de impresiones defectuosas en el reverso de las cartas.

Según la demanda federal presentada por el casino, el campeón de la WSOP (World Series of Poker) fue capaz de detectar pequeñas variaciones en el patrón impreso en el reverso de las cartas, durante 4 sesiones de juego en el año 2012. Este método se conoce como «clasificación de bordes».

La demanda (que incluye cargos por incumplimiento de contrato, fraude, enriquecimiento ilícito, conspiración civil y asociación ilícita), nombra a además del jugador, a otros individuos involucrados en esta presunta estafa como Gemaco Inc., empresa que habría fabricado las naipes defectuosas, y a Cheng Yin Sun, quien acompañó a Ivey en las mesas de baccarat y proporcionó instrucciones al croupier.

El jugador de 38 años, fue acusado durante dichas partidas de haber usado cartas diseñadas específicamente para poder escoger aquellas que le resultaran beneficiosas, violando las normas que regulan los casinos.

Los números 6, 7, 8 y 9 se consideran buenas cartas, por lo tanto, eran las que se marcaban, mientras que las cartas «malas», se colocaban en distintas direcciones, por lo que después de varias manos, las «buenas» se organizaban de tal modo (con el lado irregular del dibujo de la carta hacia una dirección concreta), que Ivey era capaz de detectarlas cuando salían del dispositivo automático de cartas, conocido como «sabot», y que mantiene a todas las cartas enfrentadas en la misma dirección.

Las cartas presentan en su reverso, hileras de pequeños círculos blancos diseñados para asemejarse a los diamantes, sin embargo, el casino afirma que algunas de éstas disponían sólo de la mitad o un cuarto de esos diamantes dibujados.

El 11 de abril de 2012, Ivey se puso en contacto con el Borgata para concertar una visita y organizar una partida de baccarat. Accedió a realizar un depósito de un millón de dólares como apuesta máxima y de 50.000 dólares por mano.

A petición del propio Ivey, el Borgata proporcionó una sala privada en la que jugar, así como un croupier del casino que hablara chino mandarín. También se le permitió tener junto a él en la mesa a Cheng Yin Sun y utilizar un dispositivo automático repartidor de cartas:

-En la primera velada, la del 11 de abril, durante una sesión de más de 16 horas en la mesa de baccarat, Ivey obtuvo unos 2.400.000 dólares.

-El 3 de mayo de 2012, Ivey volvió al casino junto a Sun y solicitó las mismas condiciones. Jugó un total de 56 horas y obtuvo 1,6 millones de beneficios.

-El 26 de julio de 2012, regresó de nuevo, jugando 17 horas y obteniendo unos beneficios de 4.800.000 dólares.

Cuando regresó para realizar otras sesión de juego, el 7 de octubre de 2012, el personal del casino Borgata le presentó un informe de ganancias donde se mostraba que Ivey había obtenido 12 millones de dólares en el casino Crockfords de Londres en agosto de ese mismo año, empleando el mismo sistema, y por el que dicho casino se negó a abonarle las ganancias.