Cómo ayudar al niño a superar su miedo a los animales

Algo muy habitual en la etapa infantil son los miedos que los niños presentan a diversas cosas o situaciones, debido principalmente al escaso conocimiento y control que tienen sobre ellos.

Uno de los miedos más comunes en los niños, es el miedo a los animales, el cual, puede resultar algo problemático cuando se sale a la calle, ya que lo más normal es cruzarse con perros o gatos según se va paseando. Si no se intenta solucionar, lo más probable es que el niño se niegue a salir de casa para evitar esas situaciones.

Existen diversas opiniones de cómo ayudar al niño a superar el miedo a los animales. Habrá padres que piensen que la terapia de choque es la mejor opción, y otros preferirán un procedimiento más calmado, que se lleve poco a poco y con mucho cariño.

Nosotros aconsejamos la segunda manera, ya que los niños en sus primeros años de vida son muy impresionables y todo lo que viven durante su época infantil les marca y va afianzando y desarrollando poco a poco su personalidad, por lo que si los obligamos de golpe a aceptar a los animales, es posible que pueda resultarles perjudicial. Por ello, lo mejor es no obligar al niño a vivir situaciones que le provocan miedo y estrés.

Para ayudar a los niños a superar su miedo a los animales, lo más aconsejable es introducirlos en su vida con respeto, paciencia y cariño, echando mano de aquellos familiares o amigos que tengan mascotas. Si el niño ya conoce a las personas que le rodean, tendrá más confianza y seguridad para acercarse a los animales.

Para llevarlo a cabo, es importante comenzar con aquellos animales que sean pequeños o de tamaño medio y presenten un carácter tranquilo, ya que si son muy grandes o nerviosos, el niño se asustará de ellos. Durante este proceso, nunca se le dejará al niño solo, sino que los padres deberán enseñarle cómo interactúan con el animal, de este modo el niño, al ver que no ocurre nada malo, se irá decidiendo poco a poco a probar él también.

Es muy probable que en una sola tarde de visita no acabe de fiarse, por lo que será preciso repetir el proceso todas las veces que sea necesario para que el niño adquiera la confianza justa. Una vez se haya conseguido, se puede probar con otro animal de mayor tamaño o un poco más nervioso a ver qué pasa, pero siempre siguiendo el procedimiento anteriormente mencionado.