Cómo cultivar Tomates en bolsas de cultivo

Cultivar Tomates en bolsas de cultivo es una de las fórmulas más sencillas para cultivar estas hortalizas en nuestro balcón o terraza, pudiendo optar por bolsas colgantes si no dispusiéramos de mucho espacio.

El compuesto de las bolsas de cultivo de hortalizas está especialmente elaborado para un crecimiento óptimo, sin embargo, se seca rápido, por lo que, para superar este inconveniente, es necesario incrementar el volumen del mismo insertando macetas sin fondo en la superficie de las bolsas y llenándolas de sustrato universal de buena calidad, de este modo, daremos más espacio de crecimiento a las raíces y retendrán mejor el agua.

Cómo realizar el cultivo

Primeramente realizaremos varios agujeros de drenaje en la base de la bolsa, y posteriormente, cortaremos tres círculos, del tamaño de las macetas que vayamos a utilizar, en la parte superior. Llenaremos la bolsa de cultivo con el sustrato elegido y, en los orificios previamente cortados, insertaremos las macetas sin fondo (ya sean fabricadas o compradas) y las llenaremos de compuesto de cultivo extra.

Trasplantaremos las tomateras a la bolsa de cultivo cuando estén a punto de abrirse las flores, plantando una tomatera en cada maceta, y asegurándonos de colocar el cepellón debajo de la superficie del compuesto. A continuación, las regaremos.

En este punto, es importante colocar cañas de apoyo, ya que si esperamos a que la planta está crecida, podríamos dañar sus raíces. También será necesario expurgar los tallos que surjan entre las hojas y el tallo principal, ya que éstos consumen energía que debe ser destinada a la producción de los frutos. No debemos olvidar añadir una dosis semanal de fertilizante líquido.

A medida que crezcan los tallos principales, los deberemos sujetar atándolos suavemente a las cañas con un cordel, y además, también deberemos expurgar la punta de la planta (las 2 ó 3 hojas por encima del último fruto del tallo), para así evitar que crezcan en exceso.

Por último, regaremos adecuadamente las tomateras durante su crecimiento, pues de lo contrario los frutos pueden partirse o enfermar si no disponen de la humedad necesaria. En caso de que optemos por un invernadero, podemos plantearnos un sistema de riego por goteo.