Cómo hacer que nuestra mascota se sienta querida

Adoptar a un animal como mascota es una gran responsabilidad, especialmente en el caso de los perros, ya que son unas criaturas muy dependientes de nosotros, es decir, nos necesitan para salir a pasear, hacer sus necesidades, jugar, alimentarse, etc…

Son muchos cuidados los que hay que proporcionarles, pero sin embargo, todo el esfuerzo que invirtamos en su bienestar, nos será devuelto en forma de amor, lealtad y compañía.

En este sentido, y al igual que sucede con cualquier persona, las mascotas necesitan sentirse queridas, especialmente por las personas de su entorno más próximo, ya que ellos sí que ofrecen todo su amor, y por lo tanto, éste debe ser correspondido.

Veamos a continuación que actitudes debemos tener para que nuestra mascota se sienta querida por nosotros.

Jugar todos los días

Aunque solo sea un ratito, no más de 10 minutos, deberemos dedicarle todos los días un rato exclusivo para su entretenimiento, de tal modo que sienta que es el centro de atención de nuestra vida.

En el caso de los perros, llevarlo al parque para que se relacione con otros canes, supondrá para él relacionará nuestra compañía con el juego, la diversión y conocer nuevos lugares.

Proporcionarle amor y afecto

El hecho de acariciarlo o tenerlo entre los brazos, mientras vemos la Tv o estamos en el Pc, resultará fundamental para fortalecer el vínculo afectivo entre ambos, y que sienta que su cariño es correspondido.

Premios y golosinas

Al igual que a los niños, nuestra mascota se alegrará cuando le demos una golosina por portarse bien o realizar alguna tarea. En este caso, será conveniente proporcionársela, al menos, una vez por semana.

Comodidad en el descanso

La comodidad de nuestra mascota es tan importante como la de cualquier otro miembro de la casa, debemos procurarle un sitio cómodo donde pueda dormir o descansar.

Compañía y soledad

Aunque muchas mascotas están preparadas para pasar mucho tiempo en soledad, es recomendable que esto no sea así, intentando que estén acompañadas el mayor tiempo posible, aunque nosotros hayamos salido.