Cómo prevenir y tratar el Cushing en Caballos

La enfermedad de Cushing no es una afección exclusiva de humanos, sino que también pueden padecerla los caballos.

Antes de nada, debemos saber que la glándula pituitaria, situada cerca de la base del cerebro, es un órgano fundamental para el sistema endocrino (hormonal). Por otro lado, el hipotálamo es una glándula localizada cerca de la glándula pituitaria, y entre ambas, ayudan a regular el sistema hormonal del cuerpo, mediante la producción de cortisol (una hormona).

En este caso, la enfermedad de Cushing provoca la secreción de cortisol de forma excesiva, provocando una serie de síntomas adversos para la salud del caballo.

A este respecto, la presencia de un tumor benigno en la glándula pituitaria suele ser la principal causa de que la enfermedad de Cushing haga su aparición.

De este modo, el crecimiento del tumor causa la ruptura de las neuronas que se encuentran presentes en el hipotálamo, lo que da lugar a un mal funcionamiento del mismo y de la glándula pituitaria, provocando un gran desajuste hormonal en el individuo.

Síntomas del Cushing equino

Veamos a continuación los síntomas provocados por la enfermedad de Cushing en los caballos:

– Excesiva necesidad de beber y orinar.

– El pelaje del animal no se cae y comienza a volverse ondulado, duro y pesado.

– Se producen cambios en su apariencia debido a la pérdida de peso y a los ojos caídos.

– Aumento de los niveles de glucosa.

– Aparición de infecciones debido al mal funcionamiento del sistema inmunológico, causado por el desorden hormonal.

– Aparición de problemas neurológicos debido al incremento del tamaño de la glándula pituitaria.

Por último, debemos recordar que, a pesar de que nosotros podamos detectar síntomas de esta enfermedad en nuestro caballo, debemos acudir al veterinario para que sea éste quien determine con exactitud la presencia de Cushing en el animal.