Cómo proteger mis plantas de la Clorosis

La Clorosis es una enfermedad que provoca un amarilleamiento en las hojas de las plantas, cuya causa principal puede ser la falta de hierro o de clorofila.

Los motivos más comunes por los que se produce la Clorosis en plantan son:

– Un mal drenaje.

– Raíces rotas o muy compactas.

– Un sustrato con un pH que no es el adecuado.

– Una deficiencia de nutrientes en la tierra.

– Falta de minerales, como por ejemplo, el hierro, el manganeso o el zinc.

La Clorosis más común es la que se produce por falta de hierro, provocando que las hojas de nuestras plantan se vuelvan amarillas, conservando su verdor en la nervadura. Cuando la razón de esta enfermedad es por falta de manganeso, el amarilleamiento de las hojas se produce del centro hacia fuera, mientras que si es por falta de zinc, se presenta de fuera hacia adentro.

Es importante señalar que no todas las plantas con hojas amarillas presentan Clorosis, ya que hay varias especies que combinan el amarillo con el verde en sus hojas, siendo muy utilizadas en decoración.

Las plantas que más se ven afectadas por la Clorosis, son aquellas que precisan de un suelo ácido, es decir, cuando el pH de la tierra es bajo, como es el caso de las hortensias, las camelias o las azaleas, ya que si son plantadas en un sustrato calcáreo con un pH básico, no podrán asimilar el hierro presente en el suelo, provocando el amarilleamiento en sus hojas.

Para corregir la Clorosis, primero tenemos que conocer la causa que la provoca:

– Si se produce por un mal drenaje, deberemos colocar gravilla en el fondo de la maceta, y si la planta se encuentra en un jardín, entonces tendremos que airear la tierra con cuidado de no dañar las raíces.

– Si se produce porque las raíces están rotas, no habrá solución, sin embargo, si es porque las raíces están muy compactas, podremos trasplantar nuestra planta a un lugar más amplio.

– Si aparece por el tipo de tierra, se aconseja cambiar el sustrato a uno más adecuado, eligiendo un sustrato específico para aquellas plantas que requieren de un pH ácido.

Si por el contrario, no pudiéramos cambiar el sustrato, existen multitud de complementos que permiten proporcionar nutrientes y minerales a un suelo con escaso nivel de ellos, como es por ejemplo, el quelato de hierro, que en cuestión de semanas, devolverá el verdor a nuestras plantas.

Por último, comentar que podemos evitar la aparición de la Clorosis utilizando un sustrato ácido para aquellas plantas que así lo necesiten, un abono específico y empleando en el riego agua de lluvia si fuera posible, evitando de este modo, las aguas duras con gran cantidad de cal, que provocarían un incremento del pH.