Consejos para tener un Axolote como mascota

Las mascotas exóticas están siendo cada vez más solicitadas en nuestro país, especialmente por aquellos amantes de los animales que desean ir un poco más allá del típico perro o gato, y quieren optar por algo más especial como animal de compañía.

Antes de adoptar o comprar una mascota exótica, es fundamental que conozcamos los cuidados que necesita, ya que muchas de estas criaturas son especiales, y por lo tanto, requerirán de cuidados especiales, los cuales, deberemos conocer antes de aceptar tal responsabilidad.

En el artículo de hoy, conoceremos los cuidados que necesita el Axolote, un anfibio de aspecto enigmático, y que ha comenzado a crear furor entre los amantes de los reptiles.

Características del Axolote

El Axolote es una opción ideal como mascota si no disponemos de mucho tiempo para ofrecerle atención, ya que no requiere apenas cuidados:

– Puede desarrollar una vida plena en un espacio reducido (aunque sin excederse).

– Su alimentación es muy sencilla.

– Presenta una esperanza de vida de hasta 25 años.

– Dispone de un sistema inmunitario muy resistente, por lo que no suele enfermar.

– Tiene la asombrosa capacidad de regenerar sus órganos y sus miembros, en caso de que sufriera algún tipo de percance.

De este modo, podemos pensar que el Axolote es una mascota totalmente autosuficiente, sin embargo, sí que requiere una serie de cuidados de los que deberemos encargarnos.

Cuidados básicos del Axolote

El primer y más importante cuidado está relacionado con el agua, la cual, debe presentar un pH de entre 7,5 y 8, mientras que la temperatura nunca debe superar los 20oC ni estar por debajo de los 10oC.

También deberemos limpiar la pecera una vez por semana, ya que se trata de una especie que suele ensuciar bastante y con frecuencia.

Respecto a su dieta, el Axolote se alimenta de peces pequeños, los cuales, podremos adquirir en cualquier tienda especializada.

Por último, la decoración de su hogar será otro factor a tener en cuenta, por lo que deberemos incorporar en su hábitat, plantas y rocas. En el caso de las rocas, las escogeremos de gran tamaño, ya que de lo contrario, podría tragárselas y provocarle la asfixia.