Consumo de Anacardos. Propiedades y beneficios

El Anacardo (Anacardium Occidentale) es un árbol peculiar que proporciona tanto fruto fresco como fruto seco, siendo éste último, un producto rico en minerales esenciales (fósforo, selenio, magnesio, hierro y zinc), en fitoquímicos, en proteínas y antioxidantes.

El Anacardo es un alimento muy recomendable que proporciona multitud de beneficios terapéuticos para el organismo, tanto preventivos como paliativos.

Prevención contra el cáncer

El Anacardo presenta un alto contenido en proantocianidinas, un tipo de flavonoide que ataca y destruye las células anómalas, es decir, las tumorosas, provocándoles la muerte por inanición. Son especialmente efectivos para reducir la aparición del cáncer de colon.

Además y gracias a su alto contenido en cobre, presenta la capacidad de eliminar radicales libres, moléculas capaces de deteriorar el ADN celular.

Prevención de enfermedades cardiovasculares

El Anacardo es el fruto seco con menor contenido calórico de todos los consumidos habitualmente, además, las grasas que presenta son mono-insaturadas, consideradas saludables para el corazón y que favorecen la reducción de colesterol y de triglicéridos, los cuales, están asociados a las principales afecciones cardiovasculares.

Fortalecimiento del cabello, la piel y los huesos

Debido a su alto contenido en cobre, un componente esencial de numerosas encimas, el Anacardo desempeña un papel fundamental en multitud de procesos orgánicos, entre los cuales, podemos destacar la producción de enzimas para la protección y el mantenimiento natural del cabello y la piel.

Esta función afecta también a la salud ósea, y que sumado al efecto del magnesio que contiene el Anacardo, permite al organismo producir mayores cantidades de colágeno y elastina, quienes proporciona flexibilidad y resistencia tanto a los propios huesos como a las articulaciones.

Tratamiento ante convalecencias y embarazos

A causa de su alto contenido vitamínico, el consumo de Anacardos es recomendable durante el embarazo o periodos de convalecencia tras una intervención médica, ya que suelen ser momentos donde el nivel de vitaminas desciende drásticamente.