Los hámsters son animales que se asean el pelaje ellos mismos, por lo que no necesitan de baños frecuentes para mantenerse limpios y llevar una buena higiene.
Cuando sea necesario bañar a un hámster, se ha de hacer en seco, ya que si se baña con agua, sería susceptible de enfermar, debido a que el agua le eliminaría los aceites esenciales contenidos en su pelaje que le protegen de infecciones y parásitos. Por esta razón, el mejor champú para un hámster es aquel destinado a un baño en seco.
Este tipo de champú suele venir en formato de polvos, los cuales, únicamente habrá que espolvorear por encima del cuerpo del hámster, y posteriormente, cepillarlo hasta eliminar todo el producto, retirando con ello, la suciedad y el pelo muerto que pudiera tener.
Sin embargo, es posible que algún día no quede más remedio que bañar al hámster con agua, ya sea porque se ha manchado con algún tipo de sustancia, como puede ser pintura, o porque un baño en seco no resulta efectivo.
En ese caso, será necesario emplear un champú en jabón líquido específico para roedores, o buscar uno que sea hipoalergénico y con un pH neutro, evitando así posibles irritaciones en la piel del hámster.
En este tipo de baños se ha de evitar que la cabeza del hámster se moje, ya que de lo contrario, podría sufrir infecciones tanto en los oídos como en los ojos.
Estos tipos de champús se pueden encontrar en tiendas especializadas en roedores, además de otros productos para la higiene del hámster, como pueden ser las toallitas húmedas para mascotas y los perfumes.
Al margen de los champús, ya sean en polvo o en jabón líquido, otra manera para que el pelo del hámster se mantenga limpio, consiste en ofrecerle un recipiente con un poco de arena.
Entre la multitud de accesorios para hámster que existen, se pueden encontrar unas bandejas sanitarias diseñadas para este tipo de baños, ya que evitan que la arena se esparza por toda la jaula. La arena utilizada en estos casos puede ser aquella destinada a las chinchillas.