Cultivo y cuidado del Camote

El Camote (Ipomoea batatas), más conocido como boniato o patata dulce, es una planta que se cultiva para el consumo de sus raíces, las cuales, poseen un alto valor energético, mucho mayor que el de la patata. Este tubérculo, popularmente consumido en América, presenta un aspecto muy parecido al de la patata, mostrando en algunos casos, una forma alargada y un color anaranjado en su interior, dependiendo de la variedad.

Siembra del Camote

Se recomienda realizar la siembra del Camote en primavera, realizando surcos o caballones estrechos con arista superior, a una distancia de 75 cm cada uno. En cada surco o caballón, se sembrarán las plantas a una profundidad de entre 5 y 7 cm, dejando un espacio de 20-25 cm entre planta y planta, para un mejor desarrollo de las mismas.

Condiciones climatológicas del Camote

El Camote, al proceder de zonas tropicales y subtropicales, es una planta que no soporta bien las bajas temperaturas, por lo que para que su crecimiento sea idóneo, la temperatura debe ser superior a los 21oC, y que nunca baje de los 12oC.

Del mismo modo, para su óptimo crecimiento, habrá que proporcionarle un ambiente húmedo y mucha luz solar, evitando el frío y las heladas.

Suelo del Camote

El Camote se adapta bien a cualquier tipo de suelos, pero prefiere aquellos de textura gruesa, granulados y sueltos que posean un buen drenaje. Tolera de igual modo terrenos un poco ácidos, aunque el pH idóneo para su crecimiento es de 6.

En cuento al riego y la fertilización, será necesario realizar riegos regulares y abonarlo al menos una vez al mes hasta la completa formación de los tubérculos. A este respecto, y con el fin de conservar la humedad en el terreno, se recomienda realizar un acolchado alrededor de las plantas.

Cosecha del Camote

El Camote se debe cosechar cuando las hojas de la planta se empiecen a secar, lo cual, sucederá pasados unos tres meses después de la siembra. El procedimiento será el mismo que el de cualquier tubérculo, habrá que destapar las raíces y arrancar los tubérculos que se deseen, con mucho cuidado de no dañar el resto de la planta.