Cultivos asociados. Espinaca y Acedera

La Espinaca (Spinacia Oleracea) y la Acedera (Rumex Acetosa) son dos claros ejemplos de cultivos asociados, es decir, que su siembra se puede combinar en un mismo huerto, compenetrándose ambas a la perfección y favoreciéndose mutuamente para desarrollarse.

Ambas son hortalizas de gran valor nutritivo, ricas en vitaminas, oligoelementos y fibra, así como un sabor ácido que recuerda a los cítricos.

Cultivo de la Espinaca

La Espinaca se siembra, generalmente, en líneas espaciadas de aproximadamente 30 cm de separación entre ellas. Tampoco requiere de un suelo muy suelto, ya que presenta una gran capacidad de enraizamiento.

Como cualquier hortaliza de hoja, requiere de un abono nitrogenado para poder desarrollarse, de modo que se recomienda emplear compost, con el que conseguiremos evitar la producción de nitritos, los cuales, son sustancias altamente tóxicas.

Es recomendable utilizar un túnel de plástico durante el periodo de siembra y germinación, que permita conservar la temperatura del ambiente, la cual, no debe ser nunca inferior a los 5oC.

La siembre de la Espinaca puede realizarse desde febrero hasta octubre, no obstante, si se opta por hacerla en verano, será necesario cubrir la zona de cultivo con una fina capa de hojas secas que reduzcan la evaporación del agua.

La Espinaca se cosecha 6 semanas después de haberse sembrado, recolectándose una a una y de forma escalonada, de modo que se respeten aquellas plantas cuya maduración no es todavía completa.

Cultivo de la Acedera

La Acedera también debe sembrarse en línea y dejando una distancia entre planta y planta, de aproximadamente 30 cm. Se adapta a cualquier tipo de suelo, ya sea compacto o arcilloso, aunque lo más recomendable es una tierra suelta y rica en nutrientes.

Respecto al riego, la Acedera es muy exigente, por lo que requiere de un riego frecuente y abundante, sobre todo en periodos de sequía o exceso de calor.

La siembra de la Acedera se realiza a principios de la primavera, desde marzo hasta mayo. Si el clima es marcadamente frío, se cultivará primeramente en un semillero cubierto, y posteriormente se trasplantará, si el clima es más suave, podremos sembrarla directamente.

La Acedera debe cosecharse entre junio y septiembre, recolectándose cuando las hojas presentan un diámetro de unos 10 cm. Es recomendable su consumo inmediato, ya que pierde sus propiedades nutritivas con gran celeridad.