Robert Rolly, de 79 años, ha sido detenido por el FBI, acusado de ser uno de los líderes de una red internacional multimillonaria de apuestas deportivas online ilegales, en la que también han sido detenidos otros 34 sospechosos y 23 empresas (16 panameñas), y que se calcula que habían generado un volumen de negocio de más de 1.000 millones de dólares, durante los 8 años que ha durado la investigación, una cifra muy superior a la obtenida por las principales casas de apuestas.
La investigación tuvo su origen a raíz de una denuncia interpuesta por una de las personas implicadas en la trama ilegal, la cual, no podía hacer frente a una deuda contraída con la organización. Dicha persona, quien se convertiría en un informante del FBI, accedió a llevar un micrófono oculto y grabar las conversaciones que mantuviera con el resto de acusados, incluido, Robert Rolly.
El sistema montado por la red, se centraba casi exclusivamente en el mercado de las apuestas deportivas online norteamericanas, y cuyo funcionamiento resultaba muy sencillo, simplemente aceptaban como corredores independientes las apuestas sobre diferentes eventos deportivos, y posteriormente, se dedicaban a cobrar las deudas de forma similar a como lo haría una organización criminal.
La red ilegal de apuestas mantenía representantes y oficinas en Florida, Oklahoma, Costa Rica y, por supuesto, Panamá, desde donde dirigían las operaciones y blanqueaban los beneficios obtenidos. Según los investigadores, los acusados formaban parte de la «cúpula directiva de la organización«, los cuales, recogían las ganancias de las apuestas, y posteriormente, eran enviadas a la oficina en Panamá.
Empleando el nombre de Legendz Sports, la red fraudulenta operaba, supuestamente, primero desde Ciudad de Panamá, y posteriormente, desde San José (Costa Rica), con el objetivo de mantenerse a salvo de las autoridades norteamericanas, ya que Costa Rica no tiene firmado un tratado de extradición con EEUU.
Los 34 sospechosos han sido acusados de pertenencia a organización criminal, asegurando que habían desempeñado funciones como directivos, empleados o miembros asociados a Legendz Sport. En lo que respecta a las 23 empresas incluidas en la acusación, supuestamente, se habrían utilizado como empresas fantasmas para fraccionar el cobro y posterior lavado del efectivo obtenido en el pago de las deudas.
En caso de que sean declarados culpables, tendrán que enfrentarse a diversas penas de prisión, entre ellas, 20 año por pertenencia al crimen organizado, 20 años por conspiración para blanquear dinero, 10 años por evasión fiscal y 5 años por operar con un negocio de apuestas ilegales.