Cataluña, Valencia y la Comunidad de Madrid son las tres comunidades donde el fenómeno de las “Raves ilegales”, fiestas clandestinas de música electrónica que tienen lugar en naves abandonadas, están causando más furor entre los jóvenes que deciden asistir a este tipo de eventos.
La noticia de la implantación de estos eventos de ocio para jóvenes se dio a conocer a raíz del trágico suceso ocurrido en Perales del Río (Getafe), donde aparecieron dos jóvenes fallecidos y otro gravemente hospitalizado, debido a la ingestión de un coctel de drogas de diseño, cocaína y alcohol.
Dichos eventos son organizados por grupos de amigos o por DJ´s conocidos y publicitados a través de las redes sociales, con el objetivo de evitar las grandes aglomeraciones producidas en los locales nocturnos, además de evitar la presencia policial hasta altas horas de la madrugada.
Estas son las razones que han provocado su auge durante este último verano, pese a los intentos de los ayuntamientos correspondientes por evitar su realización, sin embargo, la facilidad de convocatoria o desconvocatoria de estos eventos es tan rápida como efectiva, que impide cualquier tipo de anticipación o efecto sorpresa, por parte de las Fuerzas de Seguridad.
La última fiesta de este tipo y que adquirió cierta relevancia fue la organizada por el grupo “Roomba Underground” el pasado 25 de junio, celebrándose en un túnel localizado en un camino apartado de la M-50, en el municipio de Boadilla del Monte, al que se llega tomando un desvío situado aproximadamente en el kilómetro 66.