El mundo económico busca un Mario Monti español ante la inminente intervención de España

La cúpula económica europea se encuentra buscando un nuevo Mario Monti para España. Ante la más que posible intervención del país, y que sucediera como en Italia, donde se impuso un gestor económico que afrontara la crisis del país italiano, en dichos ámbitos se han barajado los nombres de múltiples personajes que podrían ejercer esta tarea.

El perfil de ese posible “salvador” sería el de un financiero del máximo nivel, con grandes conocimientos sobre el mundo empresarial, económico, banca y escena internacional, pero sobre todo, que resulte “fiable y de confianza” para las autoridades europeas, que serían las que finalmente tendrían que dar su aprobación.

El poder financiero busca ya a esa persona capaz de resolver los problemas de deuda interna y externa, que están colocando a España al borde de la intervención escenificada, porque la intervención económica es un hecho desde agosto de 2011, cuando Zapatero y Rajoy firmaron la reforma de la Constitución sobre el techo de gasto en tan sólo 3 días.

nivel empresarial, se han considerado a los siguientes postulantes: Se han barajado los nombres del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, del consejero delegado de Inditex (Zara), Pablo Isla, o del ex-presidente de Endesa, Manuel Pizarro.

No obstante, resulta poco probable que suceda la elección de alguno de éstos empresarios, ya que se piensa que “una cosa es dirigir una compañía de éxito y otra dirigir financieramente una nación“, además, resulta bastante previsible que estos altos directivos no acepten abandonar una actividad exitosa en la empresa privada, aduciendo no sólo motivos económicos, los cuales, sufrirían una considerable reducción, sino también porque arriesgarían su actual posición para trasladarse a la política, donde se verían sometidos a la crítica, a tener que proporcionar explicaciones en el Parlamento y ante los medios de comunicación.

nivel político, se ha comentado de forma pública la posibilidad del regreso de dos ex-presidentes del Gobierno como Felipe González y José María Aznar, aunque a nivel práctico también se considera bastante improbable.

En este sentido, uno de los personajes que suena con más fuerza es el Comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, debido a su más que evidente empatía con las autoridades de Bruselas, a que se haya encargado con anterioridad de los asuntos económicos y financieros de la Unión, y que es un gran conocedor de las interioridades de todos los organismos institucionales europeos, donde es además popularmente conocido.

Conozcamos ahora que otras posibilidades ha planteado Bruselas para gobernar los asuntos económicos de España.

Una de las posibilidades más plausibles consiste en recurrir a tecnócratas (como ha sido en el caso de Mario Monti). Se han analizado perfiles como el de José Manuel González Páramo, ex-consejero del Banco Central Europeo, quien tuvo en su momento, la posibilidad de sustituir a Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España, sin embargo, fue vetado por la cúpula del PP.

Otro de los nombres barajados, dentro del sector de los técnicos financieros, es el del ex-secretario de Estado de Economía en la última etapa de Zapatero, José Manuel Campa, el cual, además de su experiencia en dicho puesto, se recuerda con gratitud su trabajo dentro del FMI.

Otra de las posibilidades es que Rajoy siga al frente del Gobierno, de modo que no sería necesario un cambio forzado de la situación política de España, debido a que su formación presenta una mayoría parlamentaria absoluta, lo que le permite seguir adoptando cualquier medida que se le indique desde los organismos europeos, a pesar de tener al pleno parlamentario en contra, ya que Bruselas no desea que se repita el escenario sucedido en Grecia.

Por último, pese a mantener a Mariano Rajoy en el poder, se podría crear un nuevo equipo económico dentro del propio Gobierno, lo cual, se produciría a partir de octubre, cuando se ejecutarán los vencimientos de la deuda (fecha límite para el pago de las deudas acordadas) y el Estado no dispondrá de liquidez económica, lo que provocará que la recesión se agrave.

En este escenario, Bruselas exigiría que se configurara un nuevo equipo económico de gobierno, sólido y con gran credibilidad, y con un requisito innegociable, una sola vicepresidencia económica, es decir, una única voz en lo referente a la política financiera del Estado, en lugar de la actual bicefalia existente entre Luis de Guindos (Economía) y Cristóbal Montoro (Hacienda).

Además de alguno de los citados en el párrafo anterior, en los organismos europeos se manejan también otros candidatos a convertirse en ese nuevo hombre fuerte de la economía española.

Uno de ellos, aunque pueda resultar relativamente sorprendente, sería el actual ministro de Industria, José Manuel Soria. Destacan en él su doble dimensión política y técnica, su gran conocimiento de hasta 3 idiomas distintos (inglés, francés y alemán) y su don de gentes.