El responsable de procesar miles de millones de pagos de sitios web de poker online, el australiano Daniel Tzvetkoff, testigo clave en el caso Black Friday, el cual, permitió con su testimonio que el FBI pudiera poner fin al juego online en EEUU en el 2011, ha evitado ser condenado a cumplir una pena de prisión de 75 años, acordando pagar una sanción económica de 13 millones de dólares.
En principio, se enfrentaba a una posible condena de 75 años de cárcel en EEUU por haber cometido fraude bancario, lavado de dinero y conspiración para operar un negocio de apuestas ilegales, cuando fue detenido en un casino de Las Vegas en 2010. Sin embargo, tras convertirse en un informante de los fiscales norteamericanos, su suerte cambió, cuando se elaboró un informe de libertad condicional en el que se recomendaba que Tzvetkoff debía pasar, únicamente, entre 6 y 12 meses de cárcel.
Finalmente, Tzvetkoff, de 31 años, fue condenado, el pasado miércoles en un tribunal de Nueva York, a 4 meses de prisión. Un período que ya cumplió, cuando quedó tras las rejas en Las Vegas y Brooklyn, después de su detención en el 2010.
A pesar de tener que abonar 13 millones de dólares en concepto de multa, el tribunal le ha concedido la libertad de regresar a Australia, ya que no se encuentra bajo libertad condicional.
«Para un delincuente primerizo que nunca antes había experimentado la cárcel, más de 4 meses como recluso del CDM de Brooklyn, constituye un castigo severo y suficiente«, afirmó Robert Goldstein, abogado defensor de Tzvetkoff.
Así pues, Tzvetkoff ha sido para muchos el informante clave que provocó finalmente que el Black Friday se produjera, el 15 de abril del 2011, entregando una serie de documentos al gobierno federal de los EEUU.
A este respecto, es necesario recordar que Intabill, la compañía de procesamiento de pagos online de Tzvetkoff con sede en Queensland, procesó ilegalmente más de 1.000 millones de dólares en transacciones online en EEUU, para las web de apuestas y poker online PokerStars, Full Tilt Poker y Absolute Poker. Gracias a estas operaciones, el joven empresario informático llegó a acumular una fortuna personal de unos 83 millones de dólares.