Hierbas aromáticas para la dieta del niño

Son muchos los padres que se preguntan si pueden incluir hierbas aromáticas y especias en la dieta de sus hijos, y en caso afirmativo, cuáles resultan las más idóneas.

En las dosis normalmente empleadas para proporcionar sabor a los alimentos, las hierbas aromáticas no suelen causar ningún problema a los niños, por lo tanto, pueden incluirse en su dieta incluso en la etapa del destete.

En este sentido, cabe recordar que además de su poder aromatizante, las hierbas aromáticas presentan enormes beneficios para la salud, como por ejemplo, la menta, que estimula la digestión, el orégano, que obstaculiza la fermentación, o el perejil, que es un buen desinfectante intestinal.

Estas propiedades hay que atribuirlas a los aceites esenciales responsables del aroma de cada hierba, por lo tanto, se les pueden administrar a los niños siempre que se haya consultado con el médico sobre las dosis sugeridas.

En lo que respecta al sabor, las hierbas aromáticas pueden ayudar a los niños a reducir la propensión a salar los alimentos, aunque hay que tener en cuenta que el paladar de los niños es muy sensible y, por lo tanto, no siempre es capaz de distinguir los sabores marcados.

Un buen sistema para introducir las hierbas aromáticas en los primeros menús de los niños consiste en observar sus reacciones de placer o de disgusto a las mismas, poniendo siempre especial atención a las cantidades vertidas.

Qué especias no se pueden dar al niño

Las especias picantes no se les deben ofrecer a los niños menores de 4 años, ya que debido a la sensibilidad de su organismo, su ingesta podría provocarles un ardor insoportable en la boca e irritar sus mucosas.

Sin embargo, aun no siendo tan agresivas, las especias de sabor más suave también requerirán de un control, ya que algunas presentan determinados efectos farmacológicos, por lo que su exceso de uso, podría originar efectos secundarios peligrosos, como por ejemplo:

La nuez moscada. Contiene miristina, una sustancia que, en grandes dosis, puede provocar en los niños dolor de cabeza, náuseas y calambres.

La canela. Su consumo en grandes dosis puede acelerar el pulso, generando ansiedad, sudoración y malestar generalizado.

La pimienta negra. Contiene piperina, la cual, produce un efecto irritante sobre las mucosas del estómago.

La albahaca. Sólo se deben utilizar las hojas apicales (las de la parte superior) de las plantas más altas, ya que son las que presentan un menor contenido de eugenol, una sustancia que produce efectos analgésicos.

Estas son sólo algunas de las especias que pueden resultar perjudiciales para el pequeño, ya que existen otras que, en función de cada individuo, pueden afectar en mayor o menor medida.