La nueva regulación sobre el juego online en Holanda ha conseguido salvar el primer trámite antes de su aprobación definitiva, el cual, se deberá producir en la próxima reunión del Consejo de Ministros, por lo que se espera que antes del próximo verano, el texto se convierta ya en ley.
No obstante, la fecha programada para la expedición de las primeras licencias, supuestamente el 1 de enero de 2015, podría retrasarse a una fecha más plausible, como por ejemplo, junio de 2015.
La nueva legislación en Holanda tiene como objetivo gravar el juego online con un 20% de impuestos sobre los ingresos brutos y, con toda seguridad, acabar con diversos monopolios estatales, entre ellos, el de Holland Casino, propietario de los 14 casinos físicos del estado, y del negocio de las apuestas deportivas.
Antes de que se discutan seriamente y de forma definitiva estos temas, numerosos observadores han puesto de manifiesto diversas «lagunas legislativas» en el nuevo régimen regulatorio. Holland Casino, por ejemplo, ha firmado ya un acuerdo con Playtech para ser provisto de software digital especializado en poker y juegos de casino, adelantándose de este modo a la posibilidad de obtener una licencia en un periodo corto y razonable, desde donde seguirá ejerciendo su posición de dominio en el mercado.
A este respecto, cabe mencionar que el proceso para su privatización fue cerrado en falso, 3 meses después de abrir el proceso de apertura de ofertas, alegando ausencia de compradores adecuados, hecho que imposibilitó la posible apertura del mercado holandés.
En un artículo publicado para la revista «GamingLaw», Allan Littler, abogado especializado en temas de juego, afirmaba que «la forma que adoptará el nuevo mercado holandés dependerá, en buena medida, de cómo el gobierno sea capaz de gestionar la transparencia en el proceso de emisión de las nuevas licencias, así como de la eventual privatización del Holland Casino«.
Según el borrador presentado el pasado mes de junio, aquellas empresas que deseen optar a una licencia en este nuevo mercado, deberán disponer de una empresa subsidiada en Holanda, así como contribuir al sostenimiento financiero de la institución reguladora y de distintos programas de lucha destinados a la lucha contra el juego compulsivo, pese a que la liquidez podrá ser compartida a nivel internacional entre ambas.