Japón pretende legalizar y regularizar los juegos de azar

Japón tiene decidido legalizar la práctica de los juegos de azar, tomando como modelo el aplicado en los casinos de Las Vegas o Singapur, es decir, crear un ente regulador independiente que sea el responsable de proporcionar licencias de juego a aquellos establecimientos que cumplan con determinados requisitos, así como las condiciones que deben cumplir sus socios para poder participar en dichas actividades.

Tras más de 10 años de presión ejercida por determinados legisladores, el proyecto de ley que permitirá legalizar los juegos de azar en casinos tiene posibilidades de ver la luz en los próximos meses, gracias principalmente a la insistencia del Partido Demócrata Liberal, actualmente en el poder, y a la concesión de los Juegos Olímpicos de 2020, ya que la celebración de este importantísimo evento deportivo, puede resultar una plataforma de lanzamiento para impulsar el sector del juego en Japón, una industria que se ha convertido en la segunda mayor del mundo en cuanto a generación de beneficios.

Desde el Partido Demócrata Liberal, insisten en que es necesario centrarse en las medidas necesarias que puedan impedir la entrada en este negocio de las organizaciones criminales organizadas, como por ejemplo, la Yakuza, entre ellas, la creación de una agencia reguladora independiente que sea la encargada de expedir las licencias y de vigilar las actividades económicas derivadas del juego.

Según el propio Gobierno, «los requisitos para poder acceder a este negocio deben ser muy estrictos y meticulosos, no debemos permitir que cualquiera obtenga una licencia y pueda beneficiarse de los beneficios de esta industria. Con una correcta regulación y aplicación de la ley, no existe ninguna razón para creer que los casino sean convertidos en centros de operaciones de actividad criminal«.

Al igual que sucede con el ente regulador de Nevada, el plan regulador de Japón incluirá controles estrictos sobre la «adecuación» de las personas y empresas que participen de manera directa o indirecta en las actividades del casino, es decir, que tanto directivos como empresas asociadas estarán obligadas a proporcionar información relativa a sus cuentas bancarias, tarjetas de crédito, registro de impuestos tanto suyos como de su familia, juicios pendientes, etc… con un intervalo de 10 años.

Como medida de seguridad adicional y así evitar posibles interferencias, este organismo regulador tendrá un representante en el Consejo de ministros japonés, pero no formará parte de ningún ministerio, sino que será totalmente independiente y autónomo, con el objetivo de evitar la corrupción o la «amakudari«, es decir, el traslado de funcionarios jubilados a los consejos de dirección de empresas privadas, tras haberlos favorecido previamente.

Shinzo Abe, primer ministro japonés, pretende presentar el proyecto de ley a finales de este mismo año, para que así pueda aprobarse a comienzos del próximo, y en poco más de 2 años, tener ya preparadas las primeras regulaciones oficiales, para que en 2019 pueda inaugurarse el primer casino legal y regularizado de Japón, a tiempo para la celebración de los Juegos Olímpicos de 2020.

A pesar de que los grandes operadores de juego internacionales ya han mostrado su interés por operar en dos de los principales centros urbanos de Japón, Tokyo y Osaka, el proyecto pretende instalar casinos en ciudades y pueblos de menor envergadura, de manera que queden repartidos por todo el país y favorezcan el impulso de las economías locales.