Según las previsiones de la DGOJ, el negocio de las máquinas de slots online generará unos beneficios de 22,5 millones de euros, y un volumen de apuestas de 814 millones de euros.
Por su parte, el ministerio de Hacienda ha comenzado a acelerar los trámites burocráticos para la legalización de las máquinas tragaperras y las apuestas cruzadas online, a pesar de la oposición del sector presencial, quien alega que este hecho puede condenar a su industria.
Hace unas semanas, FEMARA confirmó su preocupación ante la regulación de este sector, alegando que «la medida pondrá en riesgo parte de los 25.000 puestos de trabajo directos que generan las 5.000 empresas relacionadas con el sector del juego en España«.
También han querido mostrar su descontento los gobiernos autonómicos, quienes a través de la tasa fiscal sobre el juego presencial, obtenían una serie de ingresos que, una vez se apruebe dicha regulación, se verá reducida significativamente.
Además, no solo los operadores y parte de las administraciones públicas han transmitido su malestar hacia las tragaperras online, también lo han hecho los propios jugadores, quienes a través de una encuesta elaborada por la propia DGOJ, han hecho patente su rechazo.
Según este estudio, el 60% de los jugadores declaraba su disconformidad con la posibilidad de que se pudiera jugar a las tragaperras por Internet. El motivo para dicha afirmación, que era compartido por 7 de cada 10 encuestados, se basaba en el hecho de que regular esta modalidad de juego aumentaría los problemas de ludopatía en España.
Así pues, el borrador del Ministerio de Hacienda señala que la regulación de estos juegos de azar online se realizará de forma similar a otros países europeos como Italia, Reino Unido o Dinamarca, los cuales, han regulado ya este tipo de apuestas.
Por lo tanto, y según los planes del Gobierno central, las tragaperras online no estarían sometidas a límites mínimos o máximos en el momento de fijar los precios de cada partida. Tampoco lo estarían los premios, a excepción de los botes, cuyo importe sólo podrá ser generado por el propio juego.
También se establece que, de forma obligatoria, automática y periódica, el sistema tendrá que alertar sobre el tiempo que se lleva jugando, así como el dinero que se lleva apostado, permitiendo la autoimposición de límites de gasto y de duración de las partidas.