Independientemente del soporte, la publicidad de las casas de apuestas se ha convertido en los principales anunciantes de los medios de comunicación, en un intento de captar nuevos clientes en tiempos de crisis. La expansión del negocio de las apuestas ha llegado hasta tal punto, que incluso diarios deportivos como MARCA y AS han tomado la decisión de crear sus propias páginas web de apuestas, así como sus ligas de poker online.
El negocio de las casas de apuestas deportivas hace ya tiempo que han inundado los medios informativos y de entretenimiento. En este sentido, es cada vez más frecuente que en las extensas retransmisiones deportivas sean varias las casas de apuestas que se anuncien, como por ejemplo, Bet365, Betfair, Sportium, Luckia, William Hill o Bwin. Incluso, para evitar cometer algún tipo de contradicción cuando en un programa se anuncia más de uno de estos operadores, cada uno de ellos suele tener un locutor distinto.
Así pues, el negocio ha mejorado sus datos significativamente en los últimos años, llegando incluso a desplazar a la apuesta deportiva tradicional, como la Quiniela, cuyo retroceso se situaba en diciembre, según publicaba el diario deportivo Mundo Deportivo, en un 22,3% respecto a los datos de la temporada 2012/2013.
Por lo tanto, tenemos que en 2013, la inversión publicitaria por parte de cada una de las casas de apuestas en España (incluyendo todos los soportes), alcanzó una cifra media de 57 millones de euros.
En el caso de Internet, la cifra resulta menor, pero porcentualmente más importante, alcanzando los 8,64 millones de euros.
No obstante, también existen voces contrarias al aumento y expansión de este tipo de publicidad, como por ejemplo, la mostrada por el Consejo Audiovisual de Andalucía, organismo público que ha mostrado en más de una ocasión, sus reticencias que este tipo de actividades se promocionen en un horario infantil radiofónico, o bien, que en Internet no existe ningún tipo de filtro para la seguridad de los menores. En este caso, parece que el factor financiero se está imponiendo al público, y las demandas de este organismo no tienen posibilidad de poder aplicarse.