Las Damas de la Sanidad Militar revindican su papel de pioneras en el Ejército español

Las Damas de la Sanidad Militar han decidido revindicar su papel en la historia de las Fuerzas Armadas, al haber sido las primeras mujeres en desfilar con uniforme por la castellana como miembros de pleno derecho en el Ejército español.

 “Para aquellos que nos han olvidado, sirva esto de recordatorio. Para aquellos que no nos conocen, sean conscientes de nuestra existencia”.

Así de taxativa se mostró Mª del Carmen Ballesteros Galante, Inspectora de Damas Auxiliares de Sanidad Militar, durante la presentación en sociedad de esta asociación.

Dicha asociación ya ha sido inscrita en el Registro del Ministerio del Interior bajo la presidencia de África Fernández Palacios, donde quieren poner de manifiesto, “el símbolo que representan las primeras mujeres militares de España”.

Este Cuerpo militar fue fundado en 1941 por Mercedes Milá (familiar de la periodista homónima y del corresponsal de TVE en Washington), donde se agruparon a numerosas enfermeras al servicio de la Cruz Roja durante la Guerra Civil.

Pasados los años, serían destinadas a Rusia con el objetivo de acompañar a los integrantes de la División Azul.

Según señalan desde la propia asociación, las damas auxiliares alcanzaron “su máximo esplendor en el año 1985, llegando a obtener a unas 7.000 Damas afiliadas”.

En 1990 finalizó la última de las promociones, desapareciendo posteriormente tras la aplicación de la ley reguladora del Régimen del personal militar profesional, debido a que buena parte de estas Damas, colaboraban de manera altruista.

Entre las miles de Damas que, en algún momento integraron el cuerpo, destaca la Reina Fabiola, viuda de Balduino de Bélgica que tras volver del exilio, una vez concluida la Guerra Civil, completó los estudios de enfermería en el Hospital Militar Gómez Ulla.

Durante su trabajo diario vestían con el uniforme común de enfermera, sin embargo, durante su estancia en misiones internacionales, se disponían con un uniforme de campaña y con botas reglamentarias, como cualquier otro soldado.