Liz Taylor. Adiós a la Dama de Hollywood

| Viernes 25 marzo 2011 |

Liz Taylor, adiós a la Dama de Hollywood. Hoy vamos a rendir homenaje, a una de las más grandes actrices de la historia del celuloide, Elizabeth Rosemond, también conocida como Liz Taylor y que nos dejó hace dos días tan sólo. Nació en Londres (Inglaterra), en 1932, y falleció en la ciudad que la convirtió en una estrella, Los Ángeles (EEUU).

Entre sus múltiples premios, destacan el “Oscar“, el “Globo de Oro“, el “BAFTA“, el título de “Dama” (otorgado por la reina Isabel II) y fue nombrada por el American Film Institute como la “Séptima Mejor Actriz Femenina” de la historia del cine norteamericano.

Debe su carrera artística, a los deseos de su madre de que fuera una gran estrella, que la obligaba a rodar anuncios y pequeños papeles, en multitud de películas. Su primer gran éxito le llegó con 12 años, rodando “National Velvet” (1944), donde compartió protagonismo con otras jóvenes estrellas como Mickey Rooney y Angela Lansbury. Siendo ya una estrella, rodaría “El Coraje de Lassie“, una versión de “Mujercitas” y “El Padre de la Novia“.

Entre 1950 y 1970, llegaría a la cima de su carrera, con películas como “Un Lugar en el Sol” (1951), “Ivanhoe” (1952) y “Gigante” (1956), donde compartió protagonismo con James Dean. Posteriormente, fue nominada al “Oscar” como “Mejor Actriz“, por su interpretación en “El Árbol de la Vida” (1957), cuya producción se quiso igualar con  el clásico “Lo que el Viento se Llevó“.

Durante la década de los 50, siguió cosechando éxitos, apareciendo en películas como “La gata sobre el Tejado de Zinc” (1958), compartiendo escena con Paul Newman, lo que supuso una nueva nominación a los Oscar y a los BAFTA, como “Mejor Actriz británica“. Con “De repente, el Último Verano” (1959), conseguiría su primer Globo de Oro y otra nominación a los Oscar.

A lo largo de los años 60, seguiría agigantando su leyenda, con películas como “Una Mujer Marcada” (1960), obtendría su primera “estatuilla dorada“. Posteriormente, su carrera se vería reforzada, con el rodaje de la película más cara de la historia (en ese momento) y que fue “Cleopatra” (1963), lo que supuso, también, ser la actriz mejor pagada de Hollywood, cobrando la escandalosa cifra (en esa época) de un millón de dólares. Aquí podéis verla en su mejor momento, interpretando a “Cleopatra“:

Finalizando la década, su carrera comienza el declive, sin embargo, aún rueda algunas de sus mejores interpretaciones, como “Reflejos en un Ojo Dorado” junto a Marlon Brando y “¿Quién teme a Virginia Wolf?” junto a Richard Burton, su marido, por el que recibiría su segundo Oscar.

Su carrera se ve seriamente afectada, a lo largo de los años 70, rodando películas de pésima calidad, que resultaron fracasos de taquilla y de críticas como “Bajo el Bosque Lácteo“, “El Pájaro Azul” o el “Espejo Roto“. Los fracaso continuaron, también, en obras teatrales y series de Tv, como “Malice in Wonderland” (1985), “Norte y Sur” (1985), “Los Picapiedra” (1994), que fue su último largometraje, y el telefilm “These Old Broads” (2001), en lo que supuso el adiós definitivo, de la interpretación.

No hay que olvidar, que si su carrera fue un rotundo éxito, no lo fue menos su vida personal, ya que a lo largo de su larga vida, se casó ocho veces, lo que le canjeó una conocida reputación sobre su vida sexual y sentimental. Además, su gran relación con Michael Jackson, al que apodó como “Rey del Pop“, y que él, correspondió dedicándole una canción exclusiva de cumpleaños, “Elizabeth I Love You“, forjó entre ellos una amistad inquebrantable.

Por último, sólo quiero despedirme diciendo, que se ha ido una leyenda de la interpretación y que su verdadero reconocimiento le llegará, cuando nos demos cuenta de que como ella, no volverá a irrumpir nadie.