Si tenemos un ave como mascota, deberemos procurar que sus plumas se conserven, en todo momento, en perfecto estado, ya que son el instrumento que le permite mantener una temperatura corporal constante.
Por esta razón, deberemos examinarlas con regularidad y, en caso de detectar alguna anomalía en ellas, verificar si nuestra mascota sufre alguna de las principales enfermedades que pueden atacar a las plumas.
Falsa muda o muda anormal
Esta dolencia provoca que el pájaro pierda las plumas fuera de la época de muda. Suele estar causada por una mala alimentación, un estrés excesivo, la acción de parásitos o una temperatura ambiental demasiado elevada.
En este caso deberemos mantener a nuestro pájaro en un ambiente con una temperatura en torno a los 21oC, además de procurar que no se estrese y, en algunos casos, administrarle un complejo vitamínico.
Cambio de color del plumaje
Es un síntoma de que se ha producido un problema en el proceso de muda, el cual, puede venir acompañado de una desviación en el nacimiento de las plumas, y que normalmente está provocado por un déficit nutricional en su alimentación.
Picaje en las plumas
Se produce cuando el pájaro presenta algún parásito en la piel, el cual, le provocará picor y escozor. Para intentar librarse de él, comenzará a darse picotazos en las plumas, provocando que se las arranque.
Quiste folicular
Es una enfermedad de origen genético que provoca que las plumas crezcan hacia dentro en lugar de hacia fuera. Puede solucionarse con cirugía, aunque normalmente el proceso vuelve a repetirse meses después.
Pododermatitis
Es una enfermedad producida por una bacteria y que suele afectar a las aves rapaces. Es causada, sobre todo, por la falta de higiene o por un crecimiento excesivo de las uñas, las cuales, provocan heridas en la planta de la pata, que a su vez son infectadas por la presencia de bacterias.