Propiedades terapéuticas del Limón

Las propiedades terapéuticas de la cáscara y el jugo de Limón (Citrus limonum) resultan especialmente significativas, de las cuales, uno se puede beneficiar consumiéndolo en forma de infusión, o bien, en forma de zumo.

Antes de comenzar a describir las propiedades del Limón, diremos que la mayoría de ellas proceden de su alto contenido en:

– Aceite esencial con d-limoneno.

– Citroneal.

– Felandreno.

– Vitamina C.

– Ácido cítrico, málico y fórmico.

– Hesperidina.

– Pectinas.

Todos los beneficios que se muestran a continuación, pueden obtenerse consumiendo infusiones de cáscara de Limón, combinadas con el propio zumo del cítrico.

Propiedades digestivas

El Limón resulta muy eficaz para tratar diarreas ocasionales, cólicos estomacales, o cualquier trastorno estomacal leve, como por ejemplo la acumulación de gases.

Propiedades diuréticas

El Limón permite estimular la función renal, favoreciendo la eliminación de líquidos, por lo tanto, su consumo resulta eficaz para tratar casos de infecciones urinarias, o bien, para prevenir la aparición de cálculos renales.

Propiedades sedantes

El Limón incluye componentes relajantes y sedantes suaves, por lo tanto, es recomendable consumirlo en casos de nerviosismo o ansiedad prolongada que impidan conciliar el sueño.

Propiedades inmunológicas y cardiovasculares

El consumo de Limón favorece el incremento de las defensas naturales, gracias principalmente a su alto contenido en vitamina C, lo que en la práctica, permite prevenir resfriados y otras afecciones leves.

También favorece la reducción de la presión arterial, la alcalinidad de la sangre, o la protección hepática, ya que actúa como un antioxidante natural.

Propiedades cicatrizantes

Aplicándose de forma externa, el Limón favorece el proceso de cicatrización de las heridas.

Propiedades Estéticas

La aplicación externa de la infusión de Limón permite eliminar el exceso de grasa sobre la piel, suavizándola al tacto.

Permite blanquear tanto las manchas de la piel provocadas a causa de la radiación ultravioleta del sol, como los dientes.