En 2013, los casinos en Puerto Rico consiguieron generar 296 millones de dólares, es decir, un 6% menos que en 2012. En este sentido, durante los dos primeros meses de 2014, la cifra de recaudación sufrió otra caída, esta vez del 19%, y además, las previsiones no son nada favorecedoras, ya que se estima que cuando concluya el año fiscal de 2014, los ingresos alcanzarán únicamente los 276 millones de dólares.
¿Cuál es la razón, más allá de la crisis global, que está provocando esta situación en el sector del juego? Por una parte están los elevados costes de la energía y los impuestos, y por otro, y quizás más importante, el juego ilegal, el cual, parece haberse extendido en los últimos meses en todos los países.
¿De qué forma afecta al turismo, el principal sector económico del país, esta situación? El 80% del presupuesto de la PRTC (Puerto Rico Tourism Co) procede de los ingresos de los hoteles que incluyen un casino, por lo tanto, si el juego legal se reduce, también se reduce la recaudación en el sector hotelero, y por consiguiente, en el sector turístico al completo.
A este respecto, Ismael Vega, CEO de la PRTC, aseguró que «los miembros del Gobierno no son todavía conscientes de que el mercado del juego no consiste sólo en unas mesas de poker y unas máquinas tragaperras, sino que soporta la mayor parte del turismo del país«.
Vega también quiso señalar que «el descenso en el presupuesto de la PRTC es directamente proporcional a la reducción en los ingresos de los casinos, hecho que repercutirá significativamente en las campañas turísticas promocionales«.
De este modo, el Gobierno portorriqueño está estudiando la posibilidad de aplicar una serie de medidas con el objetivo de contrarrestar el auge del juego ilegal:
-Instalar 2.500 máquinas tragaperras en los establecimientos de apuestas hípicas.
-Autorizar a los casinos la posibilidad de realizar apuestas deportivas sobre eventos que tuvieran lugar fuera del territorio portorriqueño y estadounidense.
Así pues, la expansión y consolidación de este tipo de actividades fraudulentas resulta realmente significativo, y es que según un estudio elaborado por la PRTC en 2011, el número de establecimientos dedicados al juego ilegal superaban los 30.000, cifra que según las previsiones actuales, podría haber alcanzado los 55.000.