Un informe elaborado por la consultora financiera KPMG, y remitido a la RGA (Asociación de Operadores de Juego Online), en la que se afirma que la nueva tributación que impondrá el Tesoro Público británico sobre los operadores de juego online, no alcanzará sus objetivos recaudatorios, a menos que dichas tasas superen el 10% de las ganancias brutas, lo que podría suponer el traslado de las actividades de los operadores a otros países, o bien, el cese de las mismas.
Cuando Reino Unido anunció, durante la presentación de los presupuestos generales para 2012, que aplicaría una tasa especial para gravar el juego online, a causa de la evasión fiscal de la mayoría de operadores que radicaban su sede en paraísos fiscales como Gibraltar, éstos no imaginaban que finalmente alcanzaría el 15% de las ganancias brutas obtenidas, lo que ha supuesto la confrontación total del sector al Gobierno, al que le exigen que dicho porcentaje supondrá la quiebra o la deslocalización de muchos de los operadores.
Ante este panorama, la RGA decidió encargar un informe a la consultora KPMG donde se evaluara el impacto económico real de la aplicación de este impuesto en el mercado británico del juego online. Dicho informe, no sólo ha proporcionado conclusiones a este respecto, sino que también, ha ofrecido vías de solución que permitan, por un lado, recaudar lo previsto por el Gobierno británico, y por otro, mantener la viabilidad de los operadores de juego online.
Según el informe de KPMG, la tasa del 15% podría significar que los operadores no fueran capaces de recuperar sus costes de servicio, provocándoles la quiebra, o bien, obligándolas a realizar sus actividades económicas de forma sumergida.
En el caso en que dichos operadores quisieran trasladar los sobrecostes sobre los jugadores, esto sería igualmente contraproducente, ya que los apostantes británicos recurrirían a casas de apuestas extranjeras que no estuvieran sujetas a la legislación británica y que les ofrecieran un servicio similar a menor precio.
En este sentido, el informe alerta también de que el Gobierno Británico pretende regularizar los bonos promocionales para bingo, poker o juegos de casino, que actualmente estaban exentos de impuestos, y que en opinión de KPMG, supondría dañar todavía más la posición y la capacidad de los operadores británicos con respecto a otros, los cuales, operarían con clientes británicos pero sin necesidad de asumir estas cargas impositivas.
Clive Hawkswood, director ejecutivo de la RGA, manifestó que «la industria de los juegos de azar online, es una historia de éxito que contribuye a la recuperación económica del país, ya que no sólo genera miles y miles de puestos de trabajo, sino que contribuye con inversiones e impuestos para el Estado«.
«Afirmamos que cualquier tributación por encima del 10% es financieramente insostenible en un mercado tan maduro y diversificado como es el del juego online«, concluyó Hawkswood.