¿Suplementos vitamínicos para niños?

Las vitaminas y los minerales son elementos importantes para un buen desarrollo y una buena nutrición tanto en adultos como en niños, ya que el propio cuerpo no es capaz de producirlos por sí mismo.

Actualmente se ha puesto de moda la ingesta de suplementos vitamínicos con el fin de conseguir una dieta más sana y equilibrada, pero ¿son necesarios en las dietas infantiles?

¿Qué son los suplementos vitamínicos?

Un suplemento vitamínico es un preparado que proporciona las vitaminas necesarias para el cuerpo. Suelen presentarse en forma de gragea y son recomendados para aquellas personas que padecen una carencia alimentaria o alguna enfermedad.

Consecuencias de la falta o el exceso de vitaminas en el cuerpo

En los casos anteriores, es necesaria la administración de suplementos vitamínicos ya que la ausencia de vitaminas afecta al desarrollo y al crecimiento del individuo, ocasionando futuros problemas como la osteoporosis, la anemia, y otras enfermedades.

Algunas de las enfermedades que son provocadas por falta de vitaminas, hoy en día han sido casi erradicadas en los países desarrollados:

– El escorbuto, por falta de vitamina C.

– La pelagra, por falta de vitamina B1.

– El raquitismo, por falta de vitamina D.

Por el contrario, un exceso de vitaminas también puede causar enfermedades, sobre todo en el caso de las vitaminas liposolubles, las cuales, si se encuentran en exceso son retenidas y acumuladas en el cuerpo, provocando una intoxicación por dicha vitamina.

¿Los niños necesitan suplementos vitamínicos?

La respuesta a esta pregunta es NO, ya que con una pequeña cantidad de vitaminas es suficiente para el buen desarrollo y crecimiento del niño, cantidad que han de obtener de los alimentos si se trata de niños completamente saludables.

Aunque un niño sano no precise de suplementos vitamínicos, si se le suministra una cantidad mínima de éstos, tampoco corre ningún riesgo, sin embargo, no se le ha de hacer ver a los niños que precisan de una pastilla o un jarabe para estar fuertes y sanos, ya que de lo contrario, el niño acabaría dependiendo totalmente de ellos, como si de una droga se tratase, para sentirse bien.

Lo más recomendable, es ofrecer al niño una dieta sana y equilibrada, a la par que variada, que incluya los alimentos que le proporcionen los nutrientes que necesita, poniendo especial atención a aquellos que le aporten calcio, hierro, vitamina C, vitamina A, ácido fólico y Vitamina B6, ya que son los que normalmente se encuentran deficientes en las dietas infantiles.