Trucos para conseguir un bronceado sano. Todos sabemos de los riesgos que conlleva una exposición al sol de forma incontrolada, por ello os doy una serie de pautas necesarias, para un bronceado sano y sin riesgos.
Antes de nada hay que preparar la piel adecuadamente, exfoliarla e hidratarla, de forma correcta, después usar un protector solar de amplio espectro, que nos proteja de los rayos UVA y UVB, y que se adapte al tipo de piel, cosa bastante importante, no es lo mismo una piel que otra.
El protector solar debe repartirse uniformemente y en gran cantidad, mínimo de 35 gr., para una persona adulta y es que no basta con aplicar una sola vez, sino que es conveniente hacerlo como mínimo cada dos horas, después de bañaros o si habéis sudado.
Luego debéis aplicaros el protector, aunque ya estéis bronceado o esté nublado y por supuesto, nunca debéis tomar el sol, entre las 12 de la mañana y las 4 de la tarde.
Después del bronceado, hay que hidratar la piel adecuadamente y sobre todo, controlar los lunares, observad que no sufran alteraciones o cambios de color. Por último advertiros, que los bebés y los niños pequeños, nunca deben exponerse al sol de forma directa, deben usar protectores específicos para ellos.