William Hill, la casa de apuestas británica, ha tomado la decisión de abandonar el mercado asiático de apuestas, alegando motivos legislativos y de regulación, aclarando que ya no aceptará más apuestas online realizadas por usuarios con sede en Taiwán, Hong Kong, Macao y, por supuesto, China, principal fuente de ingresos y de crecimiento económico de la empresa en el continente.
William Hill decidió comunicar su decisión a cada uno de los clientes asiáticos afectados con la publicación de un comunicado, que traducido, afirmaba lo siguiente: «Lamentamos comunicar que William Hill ha decidido retirar, de forma permanente, todos sus servicios de juego y apuestas online para los residentes en China, Taiwán, Macao y Honk Kong. Rogamos que nos disculpen por las molestias que podamos causarle, sin embargo, esta decisión ha sido tomada por razones de regulación, ajenas a nosotros«.
Y continuaba: «A partir del próximo lunes 19 de agosto de 2013, iremos cancelando todas las cuentes. Posteriormente a la fecha mencionada, los usuarios no podrán realizar apuestas online o acceder a las salas de juego. No obstante, sí que podrán acceder, en cualquier momento, a sus cuentas para retirar el efectivo que haya quedado pendiente, a excepción de que se comunique lo contrario«.
«En caso de sufrir algún tipo de problema respecto al acceso a su cuente, póngase en contacto con el servicio de Atención al Cliente y le ayudaremos con el proceso de retirada de fondos. Seguiremos informando de cualquier cambio que se produzca«, concluía el comunicado.
Así pues, sin todavía conocer los motivos exactos por los que William Hill dejará de operar en varios países asiáticos, principalmente China, sí que podemos afirmar que este hecho tendrá un enorme impacto financiero no sólo en la compañía de igaming, sino también, en el desarrollo de las apuestas y las salas de juego a nivel mundial.
Quizás, en las próximas semanas, William Hill, aclare y pueda solucionar los motivos de su cierre en Asia, ya que de prologarse dicha decisión en el tiempo, provocará un gran impacto financiero negativo en la imagen y el modelo de negocio de la compañía de apuestas.